—E-Escúchame, Horacio. Que seguro era algo grave lo que tenía que hacer, no lo sé ¿No es un doctor? Quizás t-tuvo un parto que atender o algo así.— Hablaba Loki, mientras miraba a Horacio. Este le había contado todo lo sucedido con el ruso, entre pequeños sollozos.—L-Lo sé, pero esa n-no era la forma de irse, n-no así, de la nada y haciéndome sentir como si sólo estaba ahí p-para "eso".— Sollozó Horacio, tapando su rostro con ambas manos. Su Omega sollozaba por las actuaciones de su alfa, lo necesitaba más que a nada, aún más cuando ya había probado los dulces labios del peligris.
Cuando Viktor salió por su puerta, Horacio se quedó estático, procesando todo lo que había sucedido en tan sólo una hora. Su aroma agrio se empezó a expandir por toda su casa y su omega comenzó a sollozar.
Pero... ¿Por qué? ¿Por besar a Volkov? ¿Por extrañar al ruso? ... ¿O por sentir que "traicionó" al que por mucho tiempo consideró su alfa?Horacio odiaba el hecho de que su omega haya considerado a Dex su alfa. Él nunca fue su alfa, él nunca lo amó.
El francés sabía bien que Dex nunca fue su destinado, mucho menos la persona con la que se imaginaba una vida entera. Pero, no negaría que esas ilusiones de una familia, una boda y un jardín con niños llegaron con la noticia de su embarazo. Y de tan rápido que llegaron; fueron destruidas pedazo por pedazo junto con su corazón cuando escuchó las hirientes palabras del alfa pelinegro negando a su cachorro, negando su "amor" hacia él.Miró a Loki con sus ojos ligeramente cristalizados por el llanto de hace unos minutos, mientras sus manos se frotaban suavemente con su barriguita. Había notado lo mucho que le calmaba acariciar y darle mimos a esta.
—Y-Yo... N-Ni siquiera sé por qué le correspondí, L-Loki. C-Cada vez que lo veo es como si no fuera yo, como si actuara sin pensar. M-Mi Omega ronronea con sólo mirarlo a los ojos, su aroma me embriaga t-tanto que- que no puedo resistirme a nada de lo que haga... ¡P-Pero lo he conocido apenas hace unas semanas! ¡No puede- ¡No puede hacer que mi corazón se acelere con sólo mirarlo si lo conocí hace un par de semanas!— Soltó mientras respiraba agitadamente, sollozando un poco. —P-Por esto t-te dije que no quiero ninguna relación... ¿No escuchaste que me besó y... Se fue como si nada?— Puchereaba, abrazando sus piernas.
Loki suspiró, acercándose a abrazar suavemente al menor y soltando su aroma para intentar tranquilizarlo, pues la relación de su alfa y el omega de Horacio era tan pura y amistosa que sus animales estaban cómodos con sus aromas. Horacio se apoyó suavemente en el hombro de su mejor amigo, suspirando pesadamente.
—Cálmate ¿Si? No creo que para mi sobrino sea bueno que su mamá esté triste.— Le habló suavemente el noruego, acariciando el hombro de su compañero. —Todo debe tener una explicación, y estoy seguro de que él te la dará hoy cuando vayas a la cita médica. Pero, sea lo que sea que te diga, asegúrate que lo que le respondas sea lo que TÚ quieras que sea.— Le sonrió. —Luego yo me encargaré de él si te lastima.— Le guiñó, sonriendo.
Horacio soltó una pequeña risita, mirando al alfa. —Volkov es mucho más grande que tú, tontín.—
—Lo sé, pero yo soy como las de "My little pony", la magia de la amistad me ayudará.— Sonrió levemente, haciendo reír entre pequeñas carcajadas a Horacio. El alfa sonrió, dándole un muy suave empujoncito de hombros. —Anda, ve a lavarte la cara, vístete y te acompañaré a la cita médica, a ver si me gusta una doctora de ahí o algo.—
Horacio se levantó suavemente, mirando a Loki con una sonrisa y abrazándolo de manera rápida pero suave. —Gracias, Milhouse.— Rió suavemente, correteando a prepararse. Presentía que hoy sería un día interesante.
...
Viktor salía a paso apurado de la casa del omega, sintiéndose un completo imbécil por haberlo dejado de esa manera y con unas palabras de mierda. Estaba maldiciendo a su alfa en todos los idiomas posibles por haberse dejado llevar por el celo de este. ¿Y si no los hubieran interrumpido? ¿Y si su alfa se dejaba llevar? Todo podría haber salido demasiado mal... Pero la forma en la que había huído del menor no era la correcta y él lo sabía.
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"𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕖𝕟 𝕔𝕒𝕕𝕒 𝕝𝕒𝕥𝕚𝕕𝕠" || Volkacio
RomanceAU donde Horacio Pérez es un Omega embarazado y abandonado por su alfa, y Viktor Volkov es el mejor ecógrafo de la ciudad, quien también es el que se encargaría del embarazo del moreno.