ℂ𝕒𝕡𝕚̄𝕥𝕦𝕝𝕠 3

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Del otro lado de la pantalla, el comisario de la ciudad leía los mensajes algo sorprendido y confundido, pues sí recordaba la conversación sobre los destinados con su mejor amigo, pero no entendía el por qué esos mensajes tan repentinos, más viniendo de Viktor.

“𝐑𝐮𝐬𝐤𝐲”

"estoy por salir de servicio"

"Sabes bien del tema de destinados ¿Qué ha pasado?"

"te haz enamorado? 😏😏😏😏😏😏😏😏"

El ruso, al leer esos mensajes, frunció ligeramente el ceño, riendo por las cosas que decía su amigo y contestó.

"Tengo unas dudas... ¿Estás libre en dos horas?"

"Tengo que preguntarte bien sobre eso, ya que eres un experto."

A lo que el barbas contestó;

"¿Experto?"

"Joder Viktor, que yo haya encontrado a mi destinada no significa que sea un experto JSUDKSJD"

El ruso suspiró, enviándole un "nos vemos esta noche" y dejando el móvil pues tenía más pacientes que atender, aunque ahora estaba algo distraído, por alguna razón.

Las horas pasaron rápido para Viktor, pues ahora estaba llegando a casa de su mejor amigo con un vodka en manos. Bajó de su coche y tocó la puerta pacientemente, mientras se mantenía con su típico semblante serio.
La puerta fue abierta, siendo recibido por Iris, quien lo saludó con una enorme sonrisa.

—¡Volkov! ¡Que lindo verte aquí! Pasa, Greco te está esperando.— Sonrió suavemente la omega.

Volkov sonrió también. —Привет, Iris. ¿Cómo estás? ¿Cómo está mi sobrino?— Sonrió suavemente Viktor.

La omega sonrió suavemente, acariciando con cariño su barriga. —Cada vez más inquieto, eso te lo aseguro. Van 6 meses y ya es súper inquieto.— Rió suavemente.

—Saben que para cualquier cosa que necesiten de emergencia con su hijo me tienen disponible todo el día.— Ofreció su ayuda, mientras ambos entraban a la casa.
Pasaron una cena tranquila, hablando entre los tres y sobre lo que la pareja tenía planeado con el cachorro en camino.

Iris fue la primera en levantarse de la mesa, bostezando. —Bueno muchachos, los dejaré solos porque este bebé y yo ya queremos dormir. Nos vemos Viktor, gracias por tu visita.— Iris se acercó a Greco, dándole un suave y corto beso en sus labios, susurrándole un "buenas noches".

Cuando la omega se fue, Greco miró fijamente a Viktor, quién se tensó ante la mirada del alfa contrario. —Habla.— Dijo Greco mientras se levantaba a traer dos copas y el vodka que su amigo había traído, sirviendo en ambas.

—Es sólo que... Hoy tuve una consulta con un omega en mi trabajo.— Viktor tomó un trago de la copa. —Todo fue muy extraño, sé que es la primera vez que lo veía pero... Por alguna razón, era como si... Como si lo conociera de toda la vida con la confianza que sentía con él.— Hablaba Viktor mientras Greco lo escuchaba atentamente. —Y su aroma... No me disgustó.— Apartó su mirada. —Pero es imposible que sea una de esas mierdas de destinados ¿No? Digo, él está embarazado y... Supongo que el destinado de él es el padre de su cachorro...—

Ante ese comentario, Greco se sorprendió y alzó una ceja. —Eh... ¿Tiene pareja?—

—Es lo que supongo y seguramente así sea. Es un omega embarazado y no mencionó nada de ser padre soltero.—

—Mmm... Entonces... Quizás tu alfa se enamoró de un Omega destinado a otro.—

Ante eso, Viktor soltó una larga carcajada. —¿Qué cosas dices? Eso es imposible, sólo te lo digo porque... Bueno, me llamó la atención eso con mi alfa, pero no es más que eso, un paciente que me llamó la atención.—

Greco rodó los ojos. —Te gusta tu paciente.—

—Eso es imposible, Greco. Además, sólo conocí hoy ¿Cómo podría gustarme alguien que conocí hoy? Por favor... Creo que mi alfa se puso así sólo porque el aroma de él era muy dulce y exquisito.— Suspiró, tomando toda su copa.

—Dos cosas te diré. Una; eso es lo más gay que he oído en mi vida. Dos; tienes dos opciones, que sólo sea un interés rápido de tu "alfa" y otra que sea tu destinado. Pero si dices que él tiene pareja... Lo dudo mucho, eh.— Dijo el barbudo bebiendo de su copa.

El alfa ruso asintió,  pensativo... —Supongo que sí. No lo sé, tampoco es tan importante, cuando pase el parto lo más seguro es que no vuelva a verlo.—

Greco alzó sus hombros. —Al menos que intentes averiguar a fondo ese "interés" de tu alfa...—

El ruso chasqueó su lengua. —Cambiemos de tema ¿Si? Me duele la cabeza ya de tanto pensar.— Suspiró.

Por otro lado, el joven Omega de cresta roja se encontraba hablando con su hermana mientras él estaba haciéndose una mascarilla.

—Entonces... ¿Qué te pareció el doctor? Es importante que te genere confianza y seguridad, ya que estará contigo mucho tiempo hasta que mi sobrino nazca.— Preguntó Maia mientras miraba a su hermano, quién alzó sus hombros.

—Me... Me generó confianza. Se me resultó extraño eso, su personalidad fue muy... Suelta conmigo y mi omega no se sintió incómodo con su presencia, a pesar de que sea un alfa. Parece bueno... Dijo que el bebé está bien.— Sonrió Horacio al recordar la imagen del monitor.

Maia sonrió levemente, mirándole ilusionada. —¡Eso es genial, Horacio! ¿Te pareció guapo? ¿Tiene pareja? ¿Tiene dinero?—

—Oye cálmate, que eso no significa nada... Y... Sí, es... Bastante guapo, no lo voy a negar. Pero sabes que no quiero a nadie, estoy bien solo.— Suspiró.

Maia rodó los ojos. —Odio el hecho de que te cierres a algo tan bonito como el amor por un idiota que no sirve para nada.— Gruñó la beta, suspirando. —Mereces ser feliz, Horacio.—

—Y seré feliz con mi cachorro. No necesito a ningún alfa guapo de cabello gris y olor a vino.— Dijo y sus mejillas ardieron al darse cuenta de lo que había dicho, tosiendo. —A-A lo que me refiero, mi omega no quiere nada con ningún alfa. Además ¿Crees que un alfa como el doctor Volkov se fijaría en mí; un Omega embarazado por otro alfa que encima lo abandonó?—

Maia se acercó a su hermano. —Sabes que las cosas no son así... Además, ten en cuenta que tu omega aún no conoció a su destinado... Sí, estuviste con Dexter pero tú sabías bien que él no era tu destinado. Las cosas de alguna manera u otra no iban a funcionar entre ustedes.—

Horacio apartó su mirada apenado. —No creo que mi destinado llegue a estas alturas, Maia...— Suspiró, aunque su omega desde la cita de hoy estuvo todo el día inquieto por el doctor que conoció hoy.

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"𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕖𝕟 𝕔𝕒𝕕𝕒 𝕝𝕒𝕥𝕚𝕕𝕠" || Volkacio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora