ℂ𝕒𝕡𝕚̄𝕥𝕦𝕝𝕠 1

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Horacio Pérez es un omega de 25 años que trabaja en una cafetería con su hermana mayor; Maia. Es un omega trabajador y bastante hiperactivo, o al menos así lo era hasta hace un par de meses, ya que hace un mes y medio Horacio se dió con la noticia que estaba en espera de un cachorro. Una noticia que, en el momento de enterarse, sintió a su omega saltar de la felicidad y él mismo también pues él siempre quiso ser padre, tener cachorros y una hermosa familia.

Pero, lamentablemente, no todo es de color de rosa.
Claramente la noticia tenía que llegarle al padre del cachorro que estaba esperando, a su pareja; Dexter. Un alfa de 29 años que conoció en la preparatoria, pero se hicieron pareja hace dos años y medio.
Pero el corazón del omega, al igual de tan emocionado que estaba ese día por darle la noticia a "su alfa" sobre que un cachorro de él venía en camino, terminó rompiéndose por la reacción tan agria y cruel de parte de este, quien negó totalmente que ese cachorro sea de él. Decía que era imposible que sea de él, que Horacio lo había engañado con cualquiera que se le haya cruzado mientras este pasaba por su celo, negando en todo momento a su cachorro.

Los recuerdos de ese agrio día atormentaban la cabeza del omega con el corazón roto cada día.
Y aunque Horacio rogó una vida entera por la creencia y aprobación de Dexter, este tomó sus cosas y desapareció totalmente del mapa luego de dejarle un mensaje de texto a Horacio con exactamente estas palabras;

"Horacio, supongo que entenderás mi situación. Lo nuestro no seguirá, me engañaste y más encima quieres que me haga cargo de ese cachorro que NO es mío. Me tengo que ir de la ciudad por cosas del trabajo, no me busques, no volveré."

El moreno con el corazón roto y su omega en una casi depresión por el abandono de su alfa, decidió que no dejaría que esa situación afectara su felicidad en un futuro; y esa felicidad era el cachorro que venía en camino. Durante todo el primer mes, el omega estuvo solo, no quería hablar con nadie ni hacer nada, sólo llorar y preguntarse si quedarse con su cachorro sería lo correcto ahora que sería un "Padre soltero".
Pero, eso no fue un impedimento para él, pues ahí se encontraba, en el hospital en espera de que su nombre sea dicho por el doctor que se encargaría de su embarazo. Según su hermana, es de los mejores de la ciudad y, por alguna razón, le destacó que era muy guapo.

Aunque eso no le importó en lo más mínimo, lo último que buscaba era otro alfa más que lo traicionara y decepcionara. Además ¿Quién querría a un omega embarazado y abandonado por el padre de ese cachorro...?

Suspiró, tenía que dejar de pensar en eso, lo único que importaba ahora era su cachorro.

—¿Horacio Pérez?— escuchó una gruesa voz llamarlo desde la sala del doctor, lo que hizo que el omega levantara la mirada, suspirando nervioso.

—S-Sí, soy yo.— Dijo este levantándose y acercándose al doctor. —Buenos días doctor...— Hizo un silencio para que el contrario se presentara.

Sin embargo, el alfa contrario se quedó callados mirando al omega, pues apenas conectaron miradas, este sintió algo extra removerse en él, como si su alfa se sintiera inquieto.

Tras unos segundos, se dió cuenta y sacudió ligeramente su cabeza, pensando un "seguramente es que tengo muchas cosas en la cabeza" y sonrió suavemente.

—Volkov. Soy el doctor Viktor Volkov y yo seré el que lo acompañará en todo su proceso de embarazo, caballero.— Se presentó cordialmente, dándole espacio para que el omega pasara a la sala.

—¿Viene acompañado?— Preguntó antes de cerrar, pues normalmente venía el omega con el padre de su cachorro.

—N-No, vengo solo.— Murmuró el crestudo, entrando y sentándose en la camilla, suspirando y notando el aroma a vino tinto en esa sala. Suspiró, por alguna extraña razón, ese olor no le disgustaba en lo más mínimo.

—Perfecto, no hay problema, no se preocupe.— Sonrió Viktor, colocándose en frente de Horacio. —Por lo que leí en el historial, es su primera consulta ¿Cómo se siente?— Hablaba calmado, mientras preparaba sus utensilios para empezar el chequeo.

—M-Me siento bien... Aunque últimamente he tenido muchos mareos y náuseas, Doc.— Sonrió Horacio, sin saber por qué se sentía tan cómodo y confianzudo con la presencia del doctor.

—Eso es parte de los síntomas del embarazo, Horacio. Ahora recuéstese, por favor.— Sonrió el ruso.

Horacio asintió, recostándose suavemente y mirando nervioso al ruso.

—Levántese un poco la camiseta, por favor.— Dijo este mientras tomaba el gel conductor.

El Omega se sonrojó suavemente, tragando saliva y mirándolo, nervioso. —¿C-Cómo?—

El alfa sonrió, se le hizo tierno ver sonrojado al menor. —Soy su ecógrafo, Horacio. Le pediré en todas nuestras citas que se levante la camiseta para examinar a su bebé.— Rió suavemente.

—A-Ah, cl-claro. Lo siento.— Dijo levantando un poco su camiseta, nervioso.

Y es que Omega de Horacio desconfiaba mucho aún, no quería a ningún alfa cerca y tenía un sentimiento agridulce con la presencia del ecógrafo, pues es una mezcla de sentirse cómodo pero a la vez estar a la defensiva por instinto, después de todo, su omega aún sufría el abandono de Dex.

—Perfecto, con su permiso, vamos a empezar.— Sonrió Viktor suavemente.

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WAAAAA estoy emocionada, es mi primer AU y de verdad espero quw les guste!

Les recuerdo que siempre que haya alguna actualización será publicada primero en mi Twitter y luego aquí!

Les dejo mi twitter para el que no me siga ahí <3
@Mowe_volkacier

Eso es todo, gracias por leer! 💗

&quot;𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕖𝕟 𝕔𝕒𝕕𝕒 𝕝𝕒𝕥𝕚𝕕𝕠&quot; || Volkacio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora