—¿Me ven bien así? ¿O dicen que es mejor el otro?— Preguntó nervioso, modelando para Iris y Loki, quienes lo estaban ayudando para preparar todo para la cita de esa noche.Horacio se encontraba sumamente nervioso por lo que llegaría a pasar en esa cita, pues, en sí sabía que ambos tendrían que tocar sobre el tema de ser destinados, ya que suponía que es algo que Viktor también había notado.
Y es que ya no podía negarlo, no podía negar cada vez que lo ve su omega se emociona como nunca antes, que su corazón se acelera cuando ve la sonrisa decorarse en los labios del ruso, que muere por volver a probar los dulces labios de el alfa.También le costaba mucho aceptar esto mismo. Es decir... ¿Él de verdad se siente listo para iniciar una posible relación? Sabía que todo tiene las de salir bien ya que Viktor es su alfa destinado, jamás le haría daño... ¿No?
Además, tiene a sus cachorros en camino. ¿Viktor estaría dispuesto a aceptarlo con sus hijos y todo? Estaría en todo su derecho de no hacerlo ¿No?
Pero, la pregunta que más atormentaba la cabeza del omega era¿Y qué pasa con Dex? ¿Lo olvidará así como si nada? ¿Como si Dex no fuera el padre de estos cachorros? ¿Como si su omega no sabría cómo reaccionar si Dexter vuelve?
Al estar embarazado de Dexter, su omega lo consideró su alfa automáticamente, pues, se imaginó una vida entera al lado del pelinegro desde que supo la noticia de su embarazo. Claro que nada salió como él lo planeaba, ya que su corazón se rompió en mil pedazos con la huída y rechazo del peligro.Pero, como si fuera por arte de magia, al poco tiempo del abandono de Dexter, el universo le envío a Viktor Volkov, un alfa responsable, cuidadoso y protector que sería su doctor en su parto, y, lo más importante, es su destinado.
La llegada de Viktor a su vida ayudó mucho a su omega y a él mismo, pues, lo salvó de hundirse en los sobrepensamientos de pasar solo el resto de su vida y el no volver a dejar que nadie entrara románticamente a su vida.
Sin embargo, ahí estaba él. Preparándose nerviosamente para la cita que tenía con el ruso esa noche. Claro que tampoco quería ilusionarse, después de todo, aún no sabe el por qué Viktor se fue así de su casa el día que se besaron, ya que no habían mencionado el tema. Tampoco sabe qué es lo que Viktor quiere de él.
Suspiró, mirando a sus amigos quienes seguramente le habían estado hablando sobre su outfit, pero él no había escuchado nada.
—Mhm... Es su primera cita. Deberías llevar algo elegante pero no tanto.— Loki se levantó, comenzando a buscar prendas del omega. Comenzó a armarle un outfit elegante pero no tanto, mostrándole a sus amigos. —¡Tarán!—
Iris sonrió levemente. —¡ESE ESSS!— Exclamó aplaudiendo. —Si vas así vestido, lo enamorarás aún más.— Sonrió levemente, guiñándole el ojo.
Horacio sonrió, pues no le parecía nada mal el outfit. —Me gusta. Ahora, tú ve que se te hace tarde para ir a hacerte la ecografía de mi sobrino.— Le dijo a Iris, mirando a Loki. —Y tú ve a trabajar, que no te pago por sentarte en mi cama.— Sonrió levemente.
Cuando sus amigos se fueron, Horacio comenzó a preparar su cresta. Decidió teñirla de rojo con reflejos blancos, hacerse un tratamiento para que esta brille y preparó su rostro con su skincare. Sólo faltaba que sea la hora acordada para vestirse y esperar a que el alfa pase a recogerlo.
Mientras tanto, por el lado de Viktor, estaba con Greco en la casa de este. Había seleccionado varios outfits con lo que tenía en su armario y lo llevó a la casa de Greco. Ahora mismo, estaba sentado en la cama mientras Greco analizaba sus outfits, rascando su barba.
—Sí, sí... Definitivamente son perfectos.— Dijo serio, mirando a su amigo.
—¿¡En serio!?— Soltó Viktor formando una sonrisa en sus labios.
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"𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕖𝕟 𝕔𝕒𝕕𝕒 𝕝𝕒𝕥𝕚𝕕𝕠" || Volkacio
RomanceAU donde Horacio Pérez es un Omega embarazado y abandonado por su alfa, y Viktor Volkov es el mejor ecógrafo de la ciudad, quien también es el que se encargaría del embarazo del moreno.