Two Sides

27: Lo que soy

Cinco días habían pasado desde el incidente en la escuela, los médicos habían retirado las balas de los cuerpos de ambas chicas, y en la escuela se habían suspendido las clases por dos días completos en lo que se realizaba la investigación policial. Minjae había sido confinada en una celda de aislamiento acolchonada con una camisa de fuerza, había agredido a los doctores que la atendieron y se había auto lesionado, por eso se la catalogó como paciente psiquiatrica.

En el hospital, Siyeon y Minji seguían en aquel aparente estado de coma, las noticias sobre el ataque a la hermana menor de Seulgi, efectuado por su otra hermana menor causó revuelo en redes sociales, todos enviaban sus condolencias a la artista y muchos enviaban regalos al hospital, los coreanos eran bastante respetuosos con estos asuntos y nadie fue a la casa de los abuelos para hacer entrevistas, no acosaron a la artista y no invadieron la sala de hospital, solo entregaban sus regalos y se iban.

Bora y Yoohyeon pasaban la mayor parte de su tiempo en el hospital, Yoohyeon le leía a Minji mientras que Bora le ponía su música favorita a Siyeon, entre esos días, la más bajita le confesó a su amiga que ella y Siyeon se habían estado viendo desde hace algunos meses, iban a formalizar su relación cuando pasó todo esto, estaba devastada.

Bora: Nunca pensé que...Minjae llegaría a algo así, siempre fue tan buena conmigo...de haberlo sabido pude evitarlo.

Yoohyeon: No te culpes por eso, no tenías como saber, siempre se escudó bajo una máscara.

Bora: No entiendo como se transformó en ese...monstruo.

Seulgi: Creo tener una idea del porqué.

La mayor entró a la habitación, también venía de visita, Bora y a Yoohyeon ya se habían acostumbrado a verla como una persona más y no como una famosa.

Seulgi se sentó al otro lado de Minji y se cruzó de brazos, su mirada fija en un punto vacío de la pared.

Seulgi: Desde que eran niñas, nuestros padres siempre mantuvieron una preferencia por Minjae, pues ella fue la planeada.

Esa parte de la historia ambas ya la conocían, Siyeon se encargó de eso.

Seulgi: Gracias a eso, nuestros padres le daban todo lo que quería, en la escuela era igual, todos la amaban por ser la aparente niña genio, carismática, sonriente y brillante, en cambio Jiu era vista como su sombra.

Yoohyeon: ¿Por ser diferente?

Seulgi: Exacto, Jiu amaba el arte, era tranquila, no se metía con nadie y buscaba estar sola, los grupos de personas solían marearla al punto de bajarle la presión, ella siempre a tenido ese problema.

Bora: Desde que la conozco, recuerdo que nunca se dejaba tocar, hasta un simple roce parecía ponerla tensa.

Seulgi: Sí, eso aumentó con los años, no sabemos porqué le molesta tanto el contacto, pero con Siyeon hacía excepciones, hasta que llegaste tú al parecer.

La pelinegra volteó para ver a Yoohyeon con una sonrisa tranquila, la peliazul entendía un poco a que se refería, cada vez que tocaba a Minji esta no la rechazaba, buscaba más.

Seulgi: Llegaste tan profundo en su corazón, que te permite tocarla, abrazarla, incluso besarla, eso me dió a entender que te ama.

Los ojos de Yoohyeon se llenaron de más lágrimas mientras bajaba la mirada a Jiu, las heridas de su rostro ya habían sanado, las de su cuerpo también, solo faltaba la de la bala, en su cuello aún tenía marcada la silueta de unas manos, pero ya casi no se notaban.

Yoohyeon: Por favor...despierta...Jiu.
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Siyeon: ¡Jiu-ah mira! ¡Un ciervo!