31: Vacaciones de verano

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Tres meses habían pasado desde el incidente con Minjae, ahora Minji estaba trotando en el parque de la ciudad teniendo sus audífonos puestos y una correa en la mano, a su lado estaba Pie, trotando con ella mientras sacaba su lengua de forma adorable, estaba muy feliz corriendo junto a la pelinegra que se había encargado de pasearla las últimas semanas, esto ya que le gustaba correr con la canina.

Ahora la pelinegra se detuvo en una zona del parque que siempre está más solitaria ya que estaba algo oscuro, a Minji no le daba miedo, aquí el único peligro era ella, había estado entrenando para dominar su propio poder, al igual que iba al gimnasio para fortalecer su cuerpo, ya se podía considerar un arma.

Minji: ¿Quieres agua Pie-yah?

La psíquica se agachó frente a la canina y sacó de la mochila que llevaba un recipiente de plástico, luego la botella de agua y le sirvió esta a Pie, la golden bebió con gusto mientras Minji recuperaba un poco el aliento, mirando a su alrededor con cierta fascinación, el aire se sentía limpio y frío, un ambiente tranquilo sin mucho sol, el sonido de algunas aves y las hojas moviéndose con el viento, era relajante.

Con tranquilidad la pelinegra se sentó bajo un árbol y dejó que Pie fuera a oler sus alrededores, la brisa llegaba justo en su rostro y le fascinaba, se sentía tan pacífico y relajante, podría quedarse dormida ahí mismo, pero unos finos maullidos llamaron su atención, venían desde un árbol cercano.

Con lentitud Jiu se puso de pie y caminó por la pequeña zona, los maullidos aumentaban a medida que avanzaba, hasta que se detuvo frente a un árbol en específico, extrañas gotas parecían caer por el tronco, alzó lentamente la mirada con algo dudosa y sus pupilas se contrajeron y su corazón casi se detuvo, era un hermoso gatito de color negro que estaba colgado con un clavo.

Minji: ¿Qué clase de persona haría algo así?

Minji observó a sus alrededores con cautela, no había nadie, así que empezó a levitar para llegar a la altura del animal y con mucho cuidado lo empezó a liberar, el pobre estaba muy débil y apenas maullaba, Jiu sintió las lágrimas picar en sus ojos, un vago recuerdo había llegado a su cabeza, no dispuesta a revivirlo esta vez.

Minji: Ya te tengo pequeño...está bien.

El gato pareció acurrucarse en los brazos de Minji, estaba muy lastimado, desnutrido y triste, Jiu contempló sus ojitos que eran preciosos, eran de un hermoso verde con líneas naranjas, iguales a sus propios ojos. Descendió hasta llegar al suelo y empezó a sanar las heridas del animal con su Don.

Ahora el gato estaba mejor, Jiu le dió agua mientras lo acariciaba, Pie había llegado y movía su colita mientras veía al gatito, que no tenía más de 5 meses de edad, este agradecido tomaba el agua y ronroneaba por las caricias de Minji.

De forma repentina, el celular de la pelinegra empezó a sonar, alguien estaba llamando, por lo que sacó el aparato de su bolsillo y el identificador de llamadas reveló que era Siyeon, la pelinegra no tardó en contestar.

Minji: ¿Sí?

Siyeon: <<¿Dónde estás ahora Jiu-ah?>>

Minji: En el parque, con Pie ¿Por qué?

Siyeon: <<Estoy reunidas con las demás para decidir que hacer estas vacaciones de verano, y solo faltas tú ¿Vas a venir?>>

Minji: Iré, Están en el restaurante ¿Verdad?

Siyeon: <<Sip, en la mesa de siempre.>>

Minji: Muy bien, las veo allá.

Con eso la llamada finalizó, esos últimos meses Minji los sintió más tranquilos, no había pasado nada muy interesante, salvo la plática que había tenido con Dami una semana después de conocerse, le explicó que las demás especies sobrenaturales del mundo creían que los psíquicos estaban extintos, y con su llegada y la de Miyeon les confirmaban que habían muchos ahí afuera, escondidos entre los humanos.

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