16: Confesión

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Minji perdió la noción del tiempo cuando dormía, se sentía tranquila y en un ambiente pacífico, estaba en un campo rodeada de sus flores favorita, el lirio de araña roja. Empezó a caminar por el lugar, solo era campo y más campo, no había nada más, se miró a si misma y se encontró vestida con una túnica blanca "¿Habré muerto?" pensaba, se sentía tan cálido y confortable ese lugar, le daban ganas de quedarse allí.

Luego de unos minutos andando sintió como si algo la rodeara, unos brazos, solo que no podía verlos, la atraían hacia algo cálido que tampoco lograba ver, pero se sentía como un abrazo protector en ella. Cerró sus ojos un momento para concentrarse en la sensación, no tuvo éxito ya que al hacerlo la imagen de esa niña deforme se apareció, trató de abrir sus ojos sin exito, se veía otra vez en esa fábrica y a la niña frente a ella, acercándose con sus largos brazos y piernas mientras chillaba y gritaba, Jiu, en un ataque de pánico, empezó a correr lejos de ella lo más rápido que podía, estaba pasando por un pasillo largo que parecía infinito. Corría y corría con desesperación, podía escucharla cada vez más cerca y su pavor aumentaba, lágrimas caían por sus mejillas mientras gritaba por ayuda.

Al no ver por donde iba, Minji pisó una botella de vidrio y resbaló, cayendo al suelo en un golpe seco que le quitó el aire momentáneamente, al recuperarse del impacto, giró su cuerpo rápidamente para ver hacia atrás, solo para encontrarse con la chica encima de ella abriendo sus fauces más de lo que ya había visto en la fábrica. La criatura se lanzó para devorarla, pero justo en ese momento Minji despertó.

Un grito se le escapó antes de despertar, se sentó de golpe en la cama donde estaba aún demasiado asustada por la aparente pesadilla, se dedicó a respirar para tratar de calmarse, viendo a su alrededor con cierto terror, estaba en su habitación, sobre su propia cama y con un vaso de agua en la mesa de noche, su respiración estaba muy acelerada a pesar de sus intentos por tranquilizarse y un agudo dolor la invadió, todo su ser le dolía, pero más su pobre hombro que le dió punzadas debido al movimiento brusco. Jiu se sostuvo el hombro con firmeza mientras lágrimas salían otra vez de sus mejillas, su cuerpo temblaba al punto de parecer tener frío y se hizo bolita contra la esquina de su cama, justo en donde el muro le impedía seguir moviéndose.

Su llanto se hizo presente en la habitación, ni siquiera la experiencia con la araña gigante la había dejado tan mal, pero la diferencia estaba en que esto sucedió con Minji despierta, lo vivió en carne propia, con heridas reales que sangraron y se veían, pudo perder la vida en esa fábrica. Se dedicó a llorar abrazando sus piernas hasta escuchar que la portilla de su habitación se abría, alguien subía rápido las escaleras y una sombra femenina se mostraba en el techo, rápidamente el terror la invadió al asemejar la sombra con lo sucedido en la realidad, la criatura viendola desde el techo con su sonrisa retorcida.

Minji: No...no no no no....¡No te acerques! ¡Aléjate de mi!

Se encogió lo más que pudo en el rincón, cubriendo su cabeza con sus brazos mientras lloraba más fuerte, la persona que había subido se acercó a ella con cautela, y el aroma a galletas con chispas llegó a las fosas nasales de Jiu, eso la calmó levemente pero no bajó la guardia, al mismo tiempo una dulce voz le habló, la llamaba por su nombre mientras se sentaba frente a ella en la cama, pero Jiu aún así no se movió de su lugar, ni siquiera se atrevió a levantar la cabeza.

Yoohyeon: Minji...soy yo, soy Yoohyeon.

No quería creerle, tenía miedo de bajar la guardia, pero entonces el olor a las galletas se hizo más intenso, su estomago rugía con hambre evidente. Muy lentamente Jiu dejó de esconder su rostro, observando lo que estaba frente a ella, ahí estaba Yoohyeon, quien la miraba con preocupación mientras dejaba la bandeja frente a ella, poco a poco dejó de esconderse sin dejar de temblar, mirando a su alrededor con desconfianza antes de siquiera pensar en relajarse o comer algo.

Two SidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora