14: ¿Debería perdonar?

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Jiu miraba su libreta de dibujos, estaba terminando uno para su clase de artes, ya cercana a cumplir los 12 uno pensaría que estaría saliendo con amigos o algo así, pero no, ella se encontraba encerrada en su cuarto como una ermitaña, escuchando los gritos y maldiciones que provenían del primer piso, ya no eran novedad para ella, aun así trató de ignorarlos lo mejor que podía usando unos audífonos. Iba a sumergirse en sus pensamientos hasta que un presentimiento cruzó por su mente, alguien venía.

Jiu se giró en dirección a la puerta y esta se abrió de golpe, su hermana mayor entró y cerró la puerta con frustración, observando a la pelinegra menor que no despegaba los ojos de ella, le resultaba escalofriante que estuviera viendo a la puerta incluso de antes que ella entrara, siempre lo hacía, incluso cuando tenía auriculares, ahora mismo se los quitó para poder hablar con Seulgi.

Minji: ¿Qué sucede unnie?

Seulgi: ¿Qué quieres hacer con tu vida, Minji?

La pelinegra se quedó algo sorprendida por su pregunta, no sabía la razón de esta, pero se giró para ver sus dibujos, las fotografías que había tomado con su polaroid, ella quería seguir su pasión por el arte.

Minji: Yo quiero dibujar.

Seulgi: ¿Eso es lo que realmente deseas?

Jiu asintió despacio, recibiendo una sonrisa por parte de su hermana mayor seguido de que se arrodillara frente a ella.

Seulgi: Entonces sigue ese sueño, Jiu.

La mayor puso sus dos manos sobre los hombros de la joven, Jiu se puso algo tensa mientras la veía, acomodándose derecha en su asiento.

Seulgi: No permitas que nadie te diga cuanto vales, ni que destruyan tus esperanzas, si te comparan con Minjae ignoralos, tú vales más que cualquier persona estúpida que trate de derribarte, sigue tu pasión y tendrás éxito.

La mayor abrazó a la más joven, acariciando su espalda con cariño mientras aguantaba algunas lágrimas, Jiu la observaba, totalmente quieta en su sitio sin saber que decir.

Seulgi: Jamás permitas que te afecte la preferencia hacia Minjae, la gente la querrá porque es fácil hacerlo, no te sientas mal si alguien no te elige a ti, estás mejor sola.

Esas palabras aún retumbaban en su cabeza, ahora entendía la razón de su hermana para decirlas, Jiu siempre sería menospreciada al no ser como su hermana, por ser diferente, simplemente por ser una chica complicada de querer.

La única que realmente la quería sin importar nada era Siyeon, ni siquiera Handong lo hacía, y no dudaba en que Yoohyeon fuera igual, pero ahora estaban ahí, ella acorralada contra su puerta, la respiración de la peliazul muy cerca de sus labios, aquella mirada profunda que le dedicaba y parecía tratar de ver a través de ella, no sabía que la cercanía de alguien podría gustarle tanto.

Yoohyeon: Deja de evitarme, ni siquiera escuchaste mi versión de la historia.

Minji: ¿Qué mi hermana te dijo que yo andaba con otra persona?

Otra vez Yoohyeon guardó silencio, Jiu alzó una ceja bastante irritada esperando a que se quitara, realmente no tenía la energía para pelear con nadie.

Yoohyeon: Entonces ¿Por qué sigues molesta conmigo? Fue un mal entendido.

Minji: No fue un mal entendido, te mintió, y le creíste sin siquiera dudar, no confías en mi.

Yoohyeon: ¡Claro que confío en ti! Solo que yo...

Minji cerró sus ojos ante los gritos, agachando levemente la cabeza con notable desagrado, estaba demasiado cerca y el ruido le lastimó los oídos, la peliazul subió una mano y acarició su mejilla con suavidad, sabía el efecto que tenía su tacto sobre Jiu.

Two SidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora