28: Colmillos

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Con cuidado Jiu se sentó en el borde del techo, los autos parecían pequeños puntitos con luces que se movían en diferentes direcciones, Minji alzó una mano y esta brilló del hermoso color rosa pastel que ya conocemos, hacía flotar los escombros que estaban regados por el techo sin esfuerzo algunos, los hacia girar a su alrededor y los destruía al cerrar su puño, luego volvía a reconstruirlos sin dejar ninguna deformidad y los seguía moviendo.

Esta habilidad ya podía usarla desde antes, pero ahora sentía que no gastaba energía, como si se recargara apenas la gastaba un poquito. Después de un rato se aburrió y dejó todo en su lugar, aún faltaban como 3 horas para que amaneciera así que se puso de pie y miró hacia el vacío, se preguntaba si podría volar al saltar desde allí.

"¿Por qué no intentarlo?"

Jiu extendió sus brazos y cerró sus ojos, dejándose caer al vacío sin temor, era una caída libre de 25 pisos hacia abajo, pero Minji no sentía nada más que la adrenalina, con una sonrisa detuvo la caída y empezó a elevarse, girando en su propio eje mientras reía y festejaba, se sentía tan libre. Se elevó cada vez más hasta atravesar las nubes, el cielo por encima se veía hermoso incluso en la oscuridad, ese hermoso azul en el ambiente le recordaba a alguien especial.

Yoohyeon.

La pelinegra detuvo su avance y miró hacia la luna, quería ver a Yoohyeon, realmente lo deseaba, y de alguna manera eso hizo que desapareciera en el aire y terminara dentro de una habitación, al parecer también podía teletransportarse. Miró atenta cada cosa, un escritorio que se le hacía familiar, un aroma a vainilla invadió su nariz y con lentitud se giro hacia la cama, Yoohyeon estaba dormida abrazando uno de esos peluches de koala que respiran, se sentía sola.

El corazón de la pelinegra se apretó, estuvo fuera mucho tiempo, y Yoohyeon parecía haber sufrido más por su ausencia. Minji se arrodilló muy suavemente junto a la cama de la peliazul, apoyando la cabeza en el colchón sin apartar la mirada de ella, tomó su mano con cariño y la acarició.

Minji: Siempre fuiste tan hermosa...

Hablaba bajito para no despertarla, aunque en el fondo deseaba que la viera, quería besarla y abrazarla hasta no poder más, pero era mejor dejarla descansar, por las ojeras que tenía se notaba que no había dormido bien.

Minji: Te esperaré en el hospital.

Acercándose muy despacio, Jiu dejó un suave beso en los labios de Yoohyeon, alejándose luego de hacerlo y abriendo muy lentamente la ventana procurando no hacer ruido, saliendo y dejando esta abierta para darle una señal de que estuvo ahí. En ese momento la peliazul despertó, sentía cierto calor en la mano que Minji acarició y una sensación en sus labios, miró a su alrededor una vez se sentó en su cama, buscando la presencia de la pelinegra.

Yoohyeon: Minji...

La peliazul bajó la mirada y puso una mano en su pecho, sentía que la pelinegra estuvo ahí con ella, dejando una cálida sensación en su pecho.

Se puso de pie y rápidamente fue hasta la ventana tras sentir una corriente de aire, viendo una figura flotando en la ventana de la casa de al lado, la casa de Siyeon.

Yoohyeon: Minji.

La pelinegra se mantuvo observando hacia la casa de Siyeon, y a la pelirroja durmiendo en su habitación abrazada a Bora, mostró una pequeña sonrisa al ver eso y después se giró para ver a la peliazul, sin borrar su expresión.

Minji: Yoohyeon.

Con lentitud la pelinegra se acercó a la ventana donde estaba su novia, deteniéndose a una corta distancia y apoyando sus manos en el borde mientras la veía, esta vez Jiu parecía ser un poco más alta que Yoohyeon, eso cambiaría si entraba a la habitación.

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