Una semana ha pasado desde que recibi la carta de la academia. Era esperado pues el permiso ya habia vencido... Yo por otro lado estaba tranquilo y feliz pues una vez terminara mis años en la academia podría estar con mi familia sin preocupaciones.
-Asi que ya te debes ir...
Me encontraba en los patios traseros de nuestra casa haciendo abdominales, mi cuerpo estaba cada vez más marcado. Mi entrenamiento estaba dando sus frutos y con todo lo que mamá me enseñó estaba seguro de poder defenderme bien.
-Asi es papá, pero ya solo 3 años... Una vez que ese periodo acabe volveré y me convertiré en tu mano derecha!
Mi aspiración siempre han sido mis padres... Trabajan para el Rey Elfo apesar de los siglos... Y son monstruosamente fuertes... Quiero ser como ellos, quiero poder defender y proteger a mi familia...
-¡Hahaha! ¿No eres muy codicioso? ¿Por qué no simplemente desposas a Illyana y me das nietos? ¡Hahaha!
Al escuchar esas atrevidas palabras de mi padre, un frío recorrió mi espina dorsal de forma inconsciente. Miré hacia atrás y vi a mi madre con una aterradora sonrisa en su cara...
-¿Qué tonterías estás diciendo, Jester? ¡¿No ves que nuestro hijo aún es un niño?!
Oré en silencio por mi padre... Que descanse en paz. Mi madre lo agarró de la oreja y se lo llevó adentro.
-Descansa en paz padre!
Con una sonrisa me levanto y miro el hermoso sol matutino, me limpio el sudor de la frente y el viento golpear mi cara, mi cabello suelto baila a son del viento, mi aliento surge involuntariamente de entre mis labios... Es un hermoso día.
Cuando regresé adentro, toda mi familia, incluyendo a los sirvientes, estaban reunidos en la sala. Mi padre me vio con una expresión complicada y lo entendí. Me senté junto a todos, algo confundido y extrañado.
-Parece que estamos todos aquí... Les agradezco realmente por escucharme-
En ese momento, mi madre interrumpió con una expresión severa, sus ojos reflejando una mezcla de preocupación y determinación. Ella miró a cada uno de nosotros, asegurándose de captar nuestra atención antes de hablar.
-Su majestad, el rey elfo, acaba de enviarnos una carta realmente alarmante...
Lira se agachó rápidamente y tomó a Bea, sosteniéndola en sus brazos, tratando de consolarla. Elizabeth, otra sirviente de nuestra familia, estaba de pie detrás de mí, su rostro pálido y sus manos temblorosas. La atmósfera era tensa, el aire pesado con la anticipación y el miedo.
-Anoche asediaron la ciudad de Draconis...
Las palabras de mi padre cayeron como un golpe, su expresión severa mientras se cubría el rostro con las manos. Yo estaba temblando, mi rostro congelado en una mezcla de incredulidad y horror... no podía creer lo que acababa de escuchar. Mi corazón dio un vuelco al recordar mis amistades en aquella ciudad, sus rostros sonrientes y los momentos felices que habíamos compartido.
Sentí como si una mano invisible me apretara el pecho, dificultándome la respiración. La angustia y el miedo se mezclaban en mi mente, llenándola de imágenes caóticas y sombrías. Mis manos estaban frías y sudorosas, y una sensación de vacío comenzó a expandirse dentro de mí, como si el mundo que conocía se desmoronara a mi alrededor, llevándose consigo la paz y la seguridad que alguna vez tuve.
-e-eh?... que has dicho padre?
Rapidamente me puse de pie sin esperar respuesta alguna de mi padre, voy por mis cosas cegado por la angustia... Trynita!! kleran!! por favor que esten bien!!
ESTÁS LEYENDO
kegare no yuusha
RomanceKamazuki Reiji, un joven que perdió a sus padres a una edad muy temprana, halló en su hermana la única razón para seguir adelante a pesar de una vida llena de sufrimiento. Sin embargo, su vida terminó abruptamente en un trágico accidente de tráfico...