- ¡Cuidado! -grité mientras cruzaba la avenida corriendo para salvar a un chico de que lo atropellaran.
Al llegar a él, lo tomé en mis brazos y con el envión que traía ambos caímos al suelo. Por fortuna, yo caí al suelo y él cayó sobre mí.
- ¿Estás bien?
- S... Sí. Gracias. No sé qué me pasó.
- No puedes quedarte paradote en el medio de una avenida como esta. Ah... -suspiré- Lo bueno es que estás bien. Me alegro por eso. ¿Puedes levantarte?
- Sí, sí -se levantó y me ofreció su mano-. ¿Y tú?
- Claro que sí... Auch -me había doblado el tobillo al parecer y no podía caminar.
- ¿Te duele mucho? Yo te ayudo -me dijo el muchacho mientras me ayudaba a incorporarme.
- Gracias.
- Tranquilo. Te ayudaré a llegar a tu casa.
- ¿Eh? No, no -intenté resistirme- Auch... Eh... Bueno, gracias -dije dándome por vencido.
Rodee sus hombros con un brazo y él hizo lo mismo. Comenzamos a caminar con lentitud por la vereda y a platicar un poco de la vida.
- ¿Cómo te llamas? -me preguntó.
- Changbin.
- ¿Cuántos años tienes?
- Treinta y uno.
- ¿A qué te dedicas? -esto parecía ser más un interrogatorio que otra cosa, pero su tono era amable y dulce.
- Soy profesor de historia. Me especializo en estudiar idiomas de distintos lugares y su evolución.
- Wow, eso es asombroso. Qué interesante.
- Gracias.
- ¿y?
- Y, ¿qué?
- Cuéntame más. ¿Cómo estudias eso? ¿Y qué es lo que más te gusta de eso que estudias? Porque los idiomas son muy difíciles. Yo apenas puedo con uno, no me imagino estudiando varios.
- Ah, es fácil. Muchos idiomas tienen reglas que son bastante lógicas y eso lo hace más sencillo. Por ejemplo, el portugués tiene tres gerundios al contrario del español que solo tiene dos.
- ¿Ger... ¿Qué?
- Gerundio. Es uno de los verboides. ¿Sabes cuáles son?
- No, no.
- Bueno, los verboides son formas de verbo no conjugado. Hagamos de cuenta que son como monedas. Estas palabras tienen una cara de verbo y otra de otra cosa. La cara de verbo está en su significado y la otra cosa es la función. Aquí distinguimos infinitivos, participios y gerundios. Los infinitivos tienen cara de verbo y cara de sustantivo.
- ¿O sea que parecen verbos, pero funcionan como sustantivos?
- Exacto.
- Pero ¿por qué querría un sustantivo que parezca un verbo?
- Para hablar de las acciones. Por ejemplo, "Cantar es una habilidad asombrosa". En esa oración, "cantar" es un infinitivo. Tiene cara de verbo...
- Porque es una acción.
- Pero en la oración funciona como un sustantivo. Son los acabados en -ar, -er e -ir.
- Ah, sí, sí. Esos los estudié en la secundaria.
- Bien. Los otros son los participios que funcionan como adjetivos, acabados en -ado, -ada, -ido, -ida, y los gerundios que funcionan como adverbios. En español, para los tres infinitivos solo hay dos gerundios, los -ando, -endo.
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Aprendí de sexo con un íncubo
FanfictionUn profesor de historia antigua treintañero salva a un joven de veinticuatro de morir atropellado. Agradecido, el joven revela su verdadera identidad como un íncubo y jura darle al profesor noches de sexo y pasión por toda la eternidad. Al principio...