20.- Un poquito de normalidad

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Este sí es el capítulo 20, me equivoqué en el anterior pero no pasa nada. 

¡A leer gente del mal!


Peter:

Me despierto con un delicioso aroma a almendras y vainilla junto a mi.

Emma aún sigue profundamente dormida, con la espalda pegada a mi pecho y mi brazo rodeándola por la cintura.

Puede que ayer no ocurriera nada, pero no recuerdo haber dormido tan bien en meses.

O en toda mi vida, joder.

Repaso los eventos de ayer. La pelea, los gritos, ella entrando a mi habitación con su farolito...

Le conté lo de las flores.

Le dije que la amaba.

Le pedí que fuera mi novia.

Me dijo que sí.

MIERDA ¡DIJO QUE SI!

El Peter de 14 años estaría muy orgulloso.

Y probablemente le habrían dado diez infartos.

Espera ¿eso significa que ya puedo besarla cuando se me dé la gana?

Que hermoso.

Justo cuando pienso acostarme hasta que se despierte, me llega un mensaje.

Y... olvidé apagar el sonido de mi Gis_kis.

La foto de Alinole ilumina la pantalla con un horrible sonido de campanas. Emma se remueve un poco y yo maldigo internamente respondiendo en voz baja.

-¿Tienes idea de qué hora es?

-Las ocho de la mañana ¿por qué?

-Estaba durmiendo - miento. Bueno, mucha mentira no es, acababa de despertar - ¿Qué es lo que quieres?

-¿Sabes dónde demonios se metió Emma? No la encuentro y no responde mis llamadas.

-¿Cuándo ha respondido Emma las llamadas?

-Tienes razón, pero Adri dice que tampoco está en su habitación.

-Claro que no porque mi cama es mucho más cómoda.

Silencio.

-¿Emma está en tu cama?

-MI NOVIA está en mi cama durmiendo tranquilamente, sí.

Impaktado.

Silencio.

Más silencio.

Y luego estalla.

-¿¡TU QUÉ?!

-Adiós, Alinole.

-No, espe...

Y le cuelgo.

Pobrecito.

Sé que si no voy con él va a romper la puerta para pasar, el muy chismoso. Así que mejor me levanto tratando de no hacer mucho ruido ni despertar a M. Me visto rápidamente en el baño y voy a buscar a mi amigo.

No tardo en encontrarlo, está sentado en la sala del piso. Parece molesto. Uhhhh.

-¿Se puede saber qué crees que haces? - pregunta cuando paso de largo.

-Ir a comer, yo tengo hambre ¿tú no?

Me sigue hasta el elevador, bastante cabreado.

Creo que tienes pensamientos suicidas.

Hubo alguna vez un corazón doradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora