Peter:
No puedo concentrarme.
No puedo concentrarme.
¿YA DIJE QUE NO PUEDO CONCENTRARME?
Alinole nos explica el plan a todos en voz baja y lo único a lo que le presto atención es al escote del vestido de cierta personita.
No puedo concentrarme.
No cuando está tan cerca de mi con ese vestido tan provocativo y con el cuello brillando por culpa del sudor.
¿Por qué tiene que verse tan sexy?
Maldita Emma.
Maldita misión de mierda.
Maldito Alinole ¿por qué no se calla de una vez?
La cabeza me duele por culpa del olor, del ruido, de las luces que parecen ir en todas direcciones y por culpa de la chica rubia que tengo justo enfrente y de su nuevo amigo junto a ella.
Qué ganas de matarlo.
-¿Entendieron?
No entendí ni una sola palabra porque no pude concentrarme en lo que estaba diciendo.
Los ojos de Emma se topan con los míos una fracción de segundo y soy yo el que los aparta con rapidez. Mala idea, al mirar abajo me topo con sus piernas expuestas y solo me dan ganas de llevarla a la primera esquina que encuentre y comérmela a besos.
-Si, como sea. - aparto la mirada hacia cualquier otro punto a pesar de que mi cuerpo sigue reaccionando a su sola presencia.
Lo siguiente que sé es que Alinole me pasa un vaso de agua mientras vemos al amigo de Emma charlar con el guardia de la puerta.
Esto no va a funcionar.
¿Por qué metimos a un inútil en esto?
-¿Celoso? - pregunta mi amigo con tono burlón.
-¿Yo? No sé de qué hablas.
Si no hubiera dejado sola a Emma nunca habría conocido a ese chico y ahora las cosas serían mucho más sencillas.
-Miras al pobre de Raden como si quisieras matarlo.
Quizá porque quiero hacerlo.
-Es un desconocido al cual le hemos confiado el destino del universo solo porque a Emma le da buenas vibras.
-Es guapo.
-He visto mejores.
-No lo sé...
-Yo soy mil veces más guapo que él, no sé qué le vería.
-Pero no estás celoso.
-¡No lo estoy!
-Creo que a Emma le gusta Raden.
-¡No le gusta! - exploto y luego lo pienso mejor - ¿Y eso a mi qué?
-Nada, nada.
-No tengo ninguna razón para estar celoso.
Lo cual es mucho peor.
-Pero lo estas ¿no?
Lo asesino con la mirada justo cuando Adri nos hace señas para acercarnos a la puerta.
No sé a dónde se ha llevado el inútil al guardia, pero ya no están así que Emma se adelanta para abrir la puerta procurando que nadie nos note.
Y desde aquí tengo unas vistas perfectas de todo su cuerpo, joder.
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Hubo alguna vez un corazón dorado
RomanceExisten los corazones puros, esos sin ninguna mancha, esos que relucen tan fuertes como el sol. Y después está ese corazón. Ese que brilla como el fuego y es tan peligroso como él. ¿Te adaptarías al calor? ¿Qué tanto sacrificarías por la persona...