Emma:
En cuanto las puertas se cierran el pánico comienza a inundarme de nuevo. Quiero correr hacia él y golpear las puertas hasta que se abran para tratar de hacerlo reflexionar sobre todo esto.
En lugar de eso voy a sentarme junto a Adri, temblando de miedo.
-Van a estar bien - me asegura ella - Siempre sale bien todo ¿recuerdas?
-Pero a qué costo - murmuro.
-No voy a dejar que se pierda ni uno solo, Emma- me consuela mi mejor amiga - Te lo prometo.
Asiento y veo el sumergible desaparecer en el agua.
No le pasará nada.
Mi corazón late con mucha fuerza y tengo que hacerme un ovillo contra la fría pared de hielo para no lanzarme al agua de inmediato. Él va a estar bien .
Temprano desperté a sabiendas que podría ser el último día de mi vida. Todos mis días han sido así desde que entré al escuadrón, aunque algunos días esa sensación es mucho más intensa que otros.
Pero nunca me podré acostumbrar al pensamiento de que cualquier día las personas a las que amo con toda mi alma puedan morir también. Y es que me es imposible imaginar la vida sin ellos.
La vida sin él.
-¿Cómo está eso? - le pregunto a Adri cuando termina con sus heridas.
-Todo va bien, cerrarán en unos segundos.
-Bien.
-¿Puedes comunicarte con ellos?
-Sí, Emma - suspira White - Si quieres ayudar a que todo esto sea más rápido, estáte atenta de el radar, ya sabes cómo usarlo. Adri, necesito que tú revises todos los signos vitales del sumergible, si hay algún cambio preocupante me avisas inmediatamente.
Mi mejor amiga ha dejado de serlo el tiempo que dure el sumergible bajo el agua. Ahora es mi líder y tengo que obedecerla. Me viene bien hacer algo, de todas formas.
Además, si hay algo vivo muy grande allí abajo, me gustaría saberlo. Así que me siento en el hielo con la caja de radares frente a mi. Más que caja, parece un cofre negro que contiene las pantallas con la cuadrícula del sumergible y sus alrededores.
La pantalla debería estar en negro pero las temperaturas frías provocan que se dispersen distintas manchas de color celeste que indican una temperatura de menos diez grados, temperatura que aumenta unas milésimas conforme va bajando, pero al mismo tiempo van apareciendo manchas más oscuras que significan que hay espacios en dode la temperatura sube un poco.
Las manchas color morado son de cualquier criatura viva que esté en los alrededores. Pero al menos por ahora no hay ninguna.
Después de media hora me convenzo de que no hay ningún peligro y vuelvo a respirar con calma. Quizá el lugar en el cual caí era la mismísima cueva de la Vieltana, lo cual me aclararía la suerte que tengo. Una muy mala.
¿Por qué siempre me pasa todo a mi?
Porque eres la protagonista, dah.
Tiene sentido.
Estoy por quedarme dormida cuando una gran mancha morada aparece en la pantalla, en dirección al sumergible.
No, no, no, no.
-¡White! - chillo - ¡Hay algo que va directo hacia ellos! ¡Es enorme, joder!
Mi amiga no tarda más de dos segundos en activar una alarma que sé que sonará dentro del sumergible. Escucho la voz de Alinole preguntando algo pero yo solo me quedo observando el radar, completamente petrificada.
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Hubo alguna vez un corazón dorado
RomanceExisten los corazones puros, esos sin ninguna mancha, esos que relucen tan fuertes como el sol. Y después está ese corazón. Ese que brilla como el fuego y es tan peligroso como él. ¿Te adaptarías al calor? ¿Qué tanto sacrificarías por la persona...