♡ ÁNGEL GUARDIÁN ♡

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|| 𖤐 ✿ 𖤐 ||

Algo misterioso pasa en este mundo, hay personas que están destinadas a pasar por algún accidente, pero por obra del destino jamás les ocurre nada. Pues se dice que cada persona tiene un ángel de la guarda, cuando nacemos estos son asignados por Dios, los ángeles guardianes nos cuidan y nos persiguen a todas partes y en todo momento, no pueden interferir en nuestra vida salvo cuando es de extrema importancia, no dejan que nada malo pase.

Obanai Iguro es una persona que corre con demaciada suerte, le pasan infinidad de accidentes pero siempre sale casi ileso de aquellos sucesos. Sus amigos siempre le dicen lo afortunado que es, que su ángel guardián lo ama bastante por cuidarlo de esa manera tan única.

— En serio Obanai, fíjate a ambos lados cuando cruces la calle, hay cada imbecil, lastima que ellos no tienen la misma suerte que tu. — un albino regañaba a su amigo, quien era inspeccionado por la enfermera.

— Lo se pero ese auto salio de la nada. — se excuso el heterocromatico.

— El favorito de Dios. — se burlo el rubio con mechas rojas.

Todos estaban preocupados por su amigo y compañero, pues siempre le ocurrían las peores cosas a él.

— Es todo chicos, Obanai ya no hagas idioteces, algún día quedaras tieso de verdad. — dijo la enfermera de ojos purpura quien se hizo amiga del pelinegro por pasar al hospital al menos una vez a la semana.

— Si Shinobu. — el heterocromatico agachó su cabeza por haber sido regañado por todos sus amigos.

— No nada más digas que si imbecil, cumplelo. — la enfermera por poco le terminaba de matar sus últimas neuronas al heterocromatico por tanto golpe en su cabeza.

( ... )

— Gracias por cuidarme de nuevo Giyu.

El heterocromatico miraba al cielo oscuro, la noche era fresca y aún si no lo fuera el salía al balcón a agradecerle a su ángel guardián todas las noches.

Obanai mismo lo llamó Giyu, no sabía porque ese nombre pero le recordaba a alguien aunque no sabía a quién exactamente, su Giyu siempre estuvo cuidándolo y decirle "ángel de la guarda" no era precisamente una buena forma de nombrarlo, su ángel era especial, merecía un nombre digno y hermoso como lo era él. No sabía porque pero su corazón le decía que su ángel guardián era hermoso, amaba a ese ser espiritual aunque no pudiera verlo.

Sabía que estaba siempre ahí con él.

Siempre te cuidare.

Sin escuchar ninguna palabra el corazón del humano sintió una calidez dentro de él. Con ese sentimiento de felicidad se fue a dormir, sabía que nada malo le pasará porque su Giyu estaría con él.

Descansa Obanai, yo cuidare de tu sueño.

Él heterocromatico apago las luces y esa noche descanso como ninguna otra, pues sentia unos brazos cálidos al rededor de él, se sentía protegido.

( ... )

Así pasaron los años y Obanai tenía la fortuna de vivir un día más, pues a ese sujeto le paso cada cosa que nadie le creería si no hubieran sido testigos de todas y cada una de esas cosas.

Golpes de atropellamientos, balasos, navajasos, caídas de pisos altos, pandemias eran sólo unas cuantas pequeñeces que le pasaron, un chingo de cosas por las que paso y el abuelo Obanai seguía vivito y coleando.

TODOS QUIEREN A TOMIOKA (ONE SHOTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora