♡ NÚMERO UNO ♡

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|| 𖤐𖤐 ||

El chico había olvidado lo bien que se siente ganar, su equipo era el mejor de la zona, nadie creería que esos muchachos de un barrio de escasos recursos ganarán semejante partido contra el instituto más prestigioso de la ciudad.

Obanai cargaba el trofeo presumiendo su triunfo mientras sus compañeros y amigos lo cargaban en lo más alto de sus hombros, todos festejaban aquel orgullo grupal.

Mientras tanto, un pelinegro de ojos azules estaba triste, pues había ido a apoyar a su novio pero su equipo perdió. Tendría que animarlo más tarde, tal vez le entregaría su pureza para hacerlo sentir mejor. Bajo de las gradas corriendo, especteando festejar al equipo contrario, mientras su novio Akaza estaba gritandole a todos los integrantes de su equipo.

El bullicio se estaba esparciendo poco a poco, Giyu se acercó a un enojado Akaza, ya había terminado de decirles groserías a sus amigos, así que era momento de ir con él.

— Cariño... fue un gran jue- — el azabache no termino de hablar, Akaza le dió tremendo bofetón.

— ¿Un buen juego? Esto fue la peor humillación, mira que esos pobretones me ganarán a mi ¡A mí! — el pelinegro no daba credito a las palabras de su novio.

— Lo siento yo... Solo vine a darte ánimos. — el pelirosa se acababa de dar cuenta de lo que hizo ya que miro la mejilla roja de su novio, no lo amaba pero sus padres los querían juntos para unir sus empresas y ser aún más poderosos.

Ese era su deber, olvidar el amor que le tenía a su ex amante Douma para estar con este niño que ni si quiera se dejaba coger, eso lo frustraba aún mas.

— Vamos amor, perdóname estoy muy decepcionado, debes de entenderme. — se excuso.

— Te entiendo... — el de ojos dorados sonrió a aquel sumiso imbécil.

Debía sacar todo su coraje y tenía a la perfecta persona para eso, un doncel virgen, SU doncel virgen.

— Amor mío, acompáñame a un lugar. — el pelirosa sonrió, pero no era una sonrisa tierna, era una maliciosa.

El inocente ojiazul tomo la mano de su novio, iría a donde el lo llevará, confiaba en él, lo quería mucho. El pelirosa indicó el camino hacia las gradas, abajo de ellas nadie podría verlos ¿Verdad?

Akaza comenzó a besar desesperadamente a su novio, pasando sus vulgares manos por lados donde no debia, se estaba excitando mientras que el ojiazul estaba cada vez mas asustado, queria entregarse a su novio pero no en un lugar asi, el queria que su primera vez fuera especial.

— Akaza... Por favor aquí no, no me toques así, no me gusta. — las asquerosas manos del pelirosa estaban intentando introducirse en el pelinegro.

— Ya cállate, maldición. — con una mano tomo a Giyu de sus cabellos y con la otra mano apretó su rostro amenazadoramente.  — Vas a hacer lo que yo diga.

— Akaza... Por favor. — era la primera vez que su novio lo trataba de esa manera. Tenía miedo.

— ¿Crees que no me di cuenta? Esas miraditas que se aventaban tu y el idiota del pobreton. — Giyu palideció.

Pues no era ciego, el joven de ojos disparejos lo cautivó, llevaba el mando en su equipo, un gran capitán con un hermoso rostro. Solo fue una mirada furtiva e inocente pero casualmente el otro también lo estaba mirando, ambos se sonrieron mientras eran observados por el otro capitan, Akaza miro aquella ridicula escena para despues oir al imbecil enano decirle al rubio que invitaría a salir a SU doncel, no lo permitiría.

TODOS QUIEREN A TOMIOKA (ONE SHOTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora