TODOS QUIEREN A TOMIOKA (ONE SHOTS)

♡ VIAJE ♡

- Bueno chicos, nos vemos el siguiente año, espero y estudien mucho porque no les dare tiempo de respirar, será su último año en la universidad así que tienen que echarle muchas ganas. - decía un profesor mientras los alumnos salían a su descanso.

Estaba deprimido por mi rompimiento con Obanai, pero aun así termine el año con excelencia, mi amigo Kyojuro estaba a mi lado hablando de cosas que ni siquiera comprendía.

- Vamos Giyu, ya no pienses en ese idiota, no te merece. - Kyojuro intentaba animarme. - hay no, hablando del imbecil.

Y sí, ahí venía Obanai tomando la mano de su nueva novia, Mitsuri; hija del segundo hombre más rico del país, maldito interesado de mierda.

- Vamonos por favor Kyojuro. - jale a mi amigo antes de que Obanai nos viera, pero el me volvió a sentar en mi lugar.

- Giyu, no tienes que salir corriendo cada que lo veas, se supone que él es quien debe tener vergüenza ante ti. - un Kyojuro un poco molesto le dijo al azabache.

- Perdóname. - fue lo único que contesto.

El de ojos bicolor sonrió con lastima a su mejor amigo, odiaba verlo así, pero entonces...

- Oye... estas vacaciones iré a visitar el pueblo de mi padre ¿Quisieras venir con nosotros?

- ¿De verdad? - el azabache ilusionado preguntó, pues al ser de clase media-baja no tenía tantas oportunidades de viajar, la escuela a la que asistía era tan prestigiosa y costosa, pero claro que la inteligencia de Giyu no era en vano, pues tenía beca completa en ese lugar.

- Si estas de acuerdo, puedo ir con tus padres a pedir permiso. - el azabache asintió con lagrimas en los ojos, aunque ya era mayor de edad aun así vivía con ellos y era su deber pedirles permiso.

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La maleta del azabache estaba lista, la familia Rengoku estaba por llegar.

- Que te vaya bien Giyu, espero que te la pases increíble, cuídate mucho. - la hermana del ojiazul abrazaba felizmente al chico.

- Si Tsutako, estaré bien no te preocupes, solo serán tres semanas. - dijo como si no fuera mucho tiempo. Un pitido sonó, el timbre fue tocado por Kyojuro. - Ya han llegado, te quiero.

- Igual te quiero. - la hermana le sonrió.

Giyu tomo su maleta y salio de su casa encontrándose con su mejor amigo.

- ¿Listo? - Kyojuro tomo la maleta y la subió a la enorme camioneta.

- Espero que todo vaya bien. - el azabache sonreía.

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Era de noche y el señor Rengoku ya estaba cansado de conducir por tantas horas, era tanto el cansancio que no se dio cuenta de los dos hombres que iban cruzando la avenida.

- ¿Oye que te pasa? - gritaba un albino. - ¿no ves que esta el alto?

Si, el señor Rengoku freno en último momento, pues fue advertido por el grito de Giyu, quien si vio a los dos hombres pasar y si vio el rojo en el semáforo.

- Una disculpa, no se que me paso. - el Rengoku mayor estacionó para bajar y verificar el estado de los caballeros.

- Una mierda hombre, que no ves con tus putos ojos, una maldi... ¿Ah? - el albino había desviado la mirada al joven que acababa de bajar de la camioneta.

- Quisiera saber si están bien, no fue intención del señor, ah sido un largo viaje, le pido nos perdonen por el descuido. - el bello azabache hablaba con tranquilidad.