Capítulo 14

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Elle:

Ayer a la noche, luego de que me calmara, papá me invitó a la noche de pool con sus amigos, no pude rechazar. Fue así como terminamos parados en frente a la casa de Ale con un vino tinto y papas fritas de paquete.

-Ya pensaba que no iban a venir.- Nos sonrió Ale, insistiéndonos a pasar.

Dimos directamente al comedor con la mesa de pool ya puesta y, a su alrededor, los jugadores. Conté seis.

Me quedé helada.

¿¡Otra vez!? Tiene que ser una broma.

Juan, o Gómez para los amigos, le susurraba en el oído a Liam. Aunque él no parecía prestarle atención, tenía la vista clavada en mí y, siendo honesta, tampoco se lo notaba muy feliz con mi visita.

-¡La pequeña Beth!- Mi mirada se dirigió a un hombre sentado en el sillón con una cerveza en la mano, Lolo. Sonreí.

-Hola a todos, un gusto verlos.- No llegué a terminar la frase cuando sentí como me depositaban un beso en la cien. No tardé en darme vuelta para rodear a Gómez por la cintura.

Seguía tan panzudo y abrazable como lo recordaba.

-Ni con cinco años de diferencia se puede escapar de vos.- Escuché la voz de Ángel a mis espaldas.

No tenía ni idea de que los Allisters, mucho menos Liam, se hubieran unido a estas noches.

Gracias por los detalles, papá.

Aprovechando que Liam conversaba con Ale, el cual parecía bastante serio para ser él, me permití mirarlo. Llevaba puestos unos shorts deportivos holgados, un buzo negro y el pelo hecho un desastre.

Ya denle un peine a ese chico.

Está guapísimo igual.

Cállate.

-Juli, dejá el vino en la cocina. Vamos a sortear las parejas.- Le pidió Lolo a mi papá.

Después de un poco de charla, risas y comida de dudosa procedencia, al fin, empezaron a escribir los nombres de los participantes en un papelito. Ya para ese entonces, me sentía en casa.

Salvo, por los ojitos cobrizos que evitaba mirar a toda costa.

No intercambiamos ninguna palabra, solo algunas miraditas recelosas cuando alguno de nuestros papas mostraba cariño por el otro. Lo positivo es que no había mujeres, los hombres no se dan cuenta de nada.

Me giré para ver a Ale jugando una punzada con papá.

-¡JA! Treinta años de amistad y te sigo ganando.- Canturreó el pelirrojo. El otro se tapaba los oídos, haciendo como que no lo escuchaba.

Sí, muy atentos y maduros a la situación.

-Somos impares, así que yo dirijo. Vamos rotando los equipos.- Lolo seguía siendo el único adulto de este grupo.

-¿Equipos de tres?- Preguntó Gómez, su amigo asintió.

Ale le dio una gorra a Lolo para que ponga los papelitos y revolvió.

Por favor que no me toque con Liam.

-El primer equipo son: Ale, Ángel y la pequeña Beth.- Solté un largo suspiro al tiempo que chocaba los cinco con mi equipo.

Pude ver el momento exacto en donde mi papá le revolvía el pelo a Liam y este sonreía mostrando su hoyuelo derecho.

Traidor, pensé.

-Quiero pensar que mejoraste tu técnica.- Hice una mueca al escuchar a Ale.

-Hace mucho que no juego, no estoy en posición de hacer promesas.

La Carrera Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora