Capítulo 20

97 14 0
                                    

Elle:

Empezamos por ir a un supermercado mayorista que quedaba a algunas calles del centro, por suerte, no había tanta gente e hicimos rápido. Mientras habíamos hablado un poco de todo, cosas sin demasiada relevancia. Charlamos sobre música, cine, su perra y le conté un poco más sobre mi vida en New York. Extrañamente disfruté de su compañía.

Eran la una cuando buscamos algún lugar para comer, ambos muertos de hambre. Al final él decidió llevarme a un lugar de hamburguesas que inaugurado hace dos años, supuestamente, buenísimo.

Todavía no me acostumbraba a la cantidad de comida chatarra que comía desde el accidente, ni a los kilos sumados. Debía empezar a bajarlos urgente si quería volver a correr y más con mi contextura física la cual incluía unos muslos bastantes pesados. Sin más, me dije que no era momento de pensar en eso. Por primera vez desde hace cinco años podía comer lo que me plazca, aparte, mi color de piel ya no se veía pálido al espejo.

Ya habíamos pedido cuando levanté la vista para encontrarme con el ceño fruncido de Liam, enarqué una ceja a forma de pregunta.

-Siempre tenés el pelo atado.- Inconscientemente, me agarré la punta de la trenza que llevaba.

-¿Eh?- Balbuceé.

-Que siempre tenés el pelo atado.- Respondió con una media sonrisa.

-Sí, ya te escuché, pero...... ¿Hay algo malo en eso?

-Es solo una observación.- Revoleé los ojos.

-Por algo lo dijiste. .

-No tiene todo un motivo oculto, Miyagi. –Si la seguía con ese apodo lo iba a matar.

-En este caso creo que lo hay-carraspeé.- ¿Me queda...... mal?

Odiaba hacer esa pregunta, pero no pudo evitarlo. Liam soltó una carcajada, fuerte y ruidosa, como si mi comentario fuera el mejor chiste del mundo.

-Definitivamente no es eso.- No pude evitar que mi mirada se desviara a su hoyuelo derecho.

Mierda, Liz, cinco años y te sigue jugando con eso.

Mi mirada se desvió un poco a sus labios, por pura curiosidad (o eso quise decirme). Siempre estaban de un color rosado, parecían que gritaban: "Bésame"

Así solía describirlos Zoe al menos.

-Como sea, tengo una invitación para darte.- Subí la mirada de inmediato al escucharlo. Su sonrisa se había agrandado. Me removí incomoda con las mejillas ardiéndome.

-¿Ah, sí?- Fue lo único que pude pronunciar.

-El viernes Violeta hace una fiesta por su cumpleaños, va a estar invitado medio pueblo, dijo que quería que fueras.

-Obviamente voy a ir, hace mucho no tengo una fiesta con música Argentina.

-¿Cumbia?

-Efectivamente- sonreímos.- ¿Vos? ¿Cuál fue tu última fiesta?

-Fue la de cata, la chica que atiende en el restaurante. No estoy seguro de que cuente como fiesta, fue de día y con pileta.

-Divertidísimo.

-Si no tenés que ver a tus compañeros de trabajo besuqueándose en un rincón.- Abrí la boca por completo.

-¿Con el chico de lentes?- Dije sorprendida, él asintió.

-Wow, no me lo venía venir.

-Honestamente, nadie lo hacía.

Me encontré bastante intrigada por la vida de Liam, de cómo habían cambiado las cosas desde que fui.

La Carrera Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora