Liam

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27/10/2017

04:21 AM

No era precisamente fan de ver a mi mejor amiga ebria en el asiento de atrás. Sobre todo porque ya me había manchado el tapizado y el olor rancio iba a hacer que termináramos vomitando ambos.

Piensa rápido, Liam.

Llevarla a su casa no era una opción, sus papás la matarían, así que ir a la mía sonaba mejor. Después me encargaría de mandarles un mensaje.

Elle iba cantando una canción de Taylor Swift, no tenía idea de lo que decía, pero parecía muy frustrada al respecto. Debería ser una del nuevo álbum, ya que no la había escuchado hasta ahora.

-And I'm so furious, at you for making me feel this way.- Cantó arrastrando las palabras.

Me daba algo de miedo que siguiera cantando con el estómago revuelto, pero detenerla sería peor.

Al estacionar en frente de casa, ella ya estaba descansado completamente estirada por el asiento.

No pude evitar sonreír al verla, siempre dormía de la misma manera: con la boca abierta y todos los pelos alborotados, algunos peligrosamente cerca de la boca. No determinaba si se veía tierna o era la foto perfecta para un meme.

Comparado con lo violenta que era al despertarse, voté por la primera.

Caí tarde de que me había quedado viéndola como idiota. Mierda, Liam. ¿Qué te pasa últimamente?

Sabía la respuesta, pero preferí ignorarlo. En unos meses ella se iría a cumplir su sueño y triunfar, porque sé que lo hará. Decirle lo que sentía a este punto era una estupidez.

Soy un cobarde, okey, lo admito.

Me obligué a centrarme.

Al abrir la puerta de atrás me quedé de piedra, ¿cómo se supone que la cargue? No quiera tocarla demasiado si estaba dormida.

Respiré hondo.

Con mucho cuidado le pasé una mano por la nuca, ella se removió un poco, pero no despertó. Luego, con el puño apretado, le envolví con el otro brazo la cintura. La cargué por completo y cerré la puerta con la cadera.

Realmente era muy petiza, casi tenía todo su cuerpo en mis brazos.

Otra sonrisa. Ya basta, tengo que parar.

Como si Elle no quisiera facilitarme las cosas, enterró su cabeza en mi cuello. Podía sentir su respiración pesada golpeando mi piel.

-Olés muy bien, ¿lo sabés?- Me sorprendí al ver que despertó. Capaz, nunca estuvo dormida.

Sabía que estaba ebria, pero eso no evito que mi corazón pegara un saltito. Su aliento, su respiración y el estúpido vestido que tenía puesto, eran demasiado para mí.

-¿Podés caminar?- Pregunté con cautela mientras me acercaba a la puerta de mi casa.

-Emmmm... eso creo.

La deposité en el piso, ella se tambaleó un poco así que le pase una mano por el hombro para ayudarla.

Al entrar a casa había un silencio denso por todo el lugar, no esperaba algo distinto a las cinco de la mañana. Caminamos con cuidado para no hacer ningún sonido fuerte, tampoco es que Elle pudiera hablar mucho.

Directamente la llevé al baño y cerré la puerta.

-Necesitás una ducha.- Ella ni siquiera respondió, se sentó en el piso apoyada en la pared.

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