¹³l lord tully.

321 35 4
                                    


❅──────✧❅✦❅✧──────❅

CAPITULO TRECE
" l o r d  t u l l y "

CAPITULO TRECE" l o r d  t u l l y "

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


 

    El despacho de Harrenhal estaba iluminado por la tenue luz de las velas, sus llamas titilando en un intento de desafiar la oscuridad que se avecinaba tanto en el cielo como en los corazones de los presentes. Las paredes de piedra del salón parecían más frías que de costumbre, absorbiendo el estrés palpable que emanaba de cada rincón. Los Whitehard, los dos Targaryen y Benjicot Blackwood, recientemente llegados de la cena de bienvenida del principe, ocupaban diferentes asientos alrededor del espacio. Noticias lamentables habían llegado desde los informantes de la capital, Aemond había sido declarado rey interino debido a la condición de su hermano. Jasper suspiró con presión y rompió el silencio:

—¿Qué se supone que debemos hacer?

Cedric, que había estado rumiando sus pensamientos, abrió la boca para hablar, pero fue interrumpido por el aleteo de un cuervo que entraba por la ventana abierta. Nimeria, con su aguda mirada, se levantó de su asiento cerca de la ventana y tomó la carta atada a la pata del cuervo. Sus ojos recorrieron rápidamente las líneas escritas, y su rostro se tornó pálido.

—Mi abuelo se declarará a los verdes mañana ante su consejo. Nos encerró con Yohanna en el ala izquierda del castillo. Necesito ayuda, estoy con los niños. Atentamente, Oscar Tully.—leyó Nimeria, su voz temblando ligeramente.

El anuncio causó una conmoción inmediata. Los presentes se levantaron alarmados, sus sillas rechinando contra el suelo de piedra. El ambiente se volvió aún más tenso, si eso era posible. Note como Benjicot cerró los ojos bruscamente y se tomó del cabello, la desesperación clara en su gesto. El príncipe Daemon, siempre impulsivo, arrojó una maldición al aire, su voz resonando en las paredes de la habitación.

—¡Malditos sean todos!—exclamó Daemon, sus ojos brillando con una furia contenida.

El despacho se volvió aún más tenso después de la explosión de ira de Daemon. Cedric se acercó al estante con un aire decidido, tumbando los objetos del escritorio en un movimiento brusco colocó el mapa de la región sobre la mesa y señaló el castillo de Aguasdulces con determinación.

—Mañana el señor de Tierra de los Ríos se declarará a favor de los Verdes. Eso convierte a todos sus abanderados en traidores, si deciden apoyarnos en el reclamo de Rhaenyra.—dijo Cedric, mirando a los presentes.

Senti un nudo en el estómago, Necesitábamos controlar tierra de los Ríos y lo último que necesitaban era que los demás señores empezaran a voltearse ante la decisión de Tully.

—¿Cómo lo evitamos?—susurró por lo bajo Nimeria, la preocupación evidente en su rostro.

Benjicot se acercó a la mesa y, sin decir una palabra, clavó su daga en el mapa, rajando el castillo de Aguasdulces. Los miró a todos con su frialdad usual.

N O R T H  W I N S_____ Benjicot B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora