¹⁷l lion in the snow.

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CAPITULO DIECISIETE
" l e o n  e n  l a  n i e v e "

      Cinco días habían pasado desde que el ejército Blackwood y Whitehard había tomado Stoney Sept

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      Cinco días habían pasado desde que el ejército Blackwood y Whitehard había tomado Stoney Sept. Aunque la ciudad había sido invadida, el sentimiento general de los ciudadanos era de alivio y esperanza. Por primera vez en mucho tiempo, se sentían escuchados y queridos por sus nuevos señores.

Elara caminaba por las calles adoquinadas junto a Jasper, quien observaba todo con sus ojos vivaces y una sonrisa contagiosa. Las ruinas y los escombros de los primeros días ahora eran reemplazados por la actividad y la renovación. Las tiendas comenzaban a abrir sus puertas, y los comerciantes mostraban sus productos con un orgullo renovado. Elara y Jasper intercambiaban palabras en un tono relajado mientras saludaban a los habitantes de la ciudad. Cada saludo era respondido con gratitud y afecto, demostrando la confianza que los ciudadanos habían depositado en ellos.

— Parece que todos están más contentos ahora —dijo Jasper, observando a un grupo de niños que jugaban en la calle.

—Sí, Jasper. A veces, solo se necesita un poco de amabilidad y atención para cambiar las cosas. —respondió Elara con una sonrisa cálida.

Un poco más adelante, una niña pequeña con el cabello rizado y un vestido remendado se acercó tímidamente a Elara, sosteniendo un ramillete de flores silvestres. Sus grandes ojos brillaban de emoción.

— Mi señora, estas son para usted —dijo la niña, extendiendo las flores con manos temblorosas.

Elara se agachó para estar a la altura de la niña, aceptando las flores con una sonrisa radiante. Luego, la abrazó con ternura, sintiendo la calidez y la gratitud de la pequeña.

—Gracias, pequeña, son preciosas. —le dijo, mientras la niña se aferraba a su cuello por un momento antes de soltarla y correr de vuelta a su madre, quien observaba la escena con lágrimas en los ojos.

Elara se levantó, su corazón lleno de una mezcla de orgullo y determinación. Miró a su alrededor y vio a los comerciantes riendo y hablando con los clientes, a las familias reunidas en las plazas, y a los niños corriendo y jugando libremente. El sol brillaba alto en el cielo, llenando la ciudad con una luz cálida y reconfortante.

En ese momento, Benjicot apareció escoltado por unos guardias. Portaba su armadura sin el casco, revelando su rostro decidido. Se abrió paso entre la multitud y se acercó a los jóvenes. Con una sonrisa juguetona, tomó la mano de Elara y la besó con elegancia.

—¿Tengo que preocuparme por las flores? —preguntó, su mirada brillando con un toque de humor.

Elara se sonrojó instantáneamente, mientras Jasper soltaba una risa burlona. —Si ves como competencia a una niña de cuatro años, seguramente —bromeó el joven. En ese momento, un guardia de la ciudad, fácilmente reconocible por su armadura diferente, se acercó a Benjicot. Tras una inclinación de cabeza, le dijo:

N O R T H  W I N S_____ Benjicot B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora