²³l fight against destiny

142 15 8
                                    

❅──────✧❅✦❅✧──────❅

CAPITULO VEINTITRÉS
" l u c h a c o n t r a e l d e s t i n o "

En el cálido salón de arte de Torremar, el ambiente contrastaba con el frío y la neblina que envolvía el exterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el cálido salón de arte de Torremar, el ambiente contrastaba con el frío y la neblina que envolvía el exterior. Las paredes estaban adornadas con ricos tapices y una luz dorada se filtraba a través de las ventanas, creando un refugio acogedor para los niños que pintaban con entusiasmo. Elena, sentada cerca de una mesa, observaba con una sonrisa maternal a sus los pequeños. Lyana, con su cabello rojo en desorden, se acercó a su madre con un dibujo en sus manos. Era un retrato colorido de toda la familia rodeada por la nieve, sus figuras delineadas con una ternura palpable.

—Es hermoso, cielo.—dijo Elena, admirando la obra de arte con cariño genuino—Tu tio es exactamente igual.

Lyana sonrió, sus mejillas sonrojadas por la satisfacción de la alabanza. Joffrey, con una expresión ansiosa, también se acercó a Elena, sosteniendo orgullosamente su propia pintura. Mostraba a su juguete favorito, un dragón de madera que parecía cobrar vida con los colores vibrantes y los detalles que había agregado.

—Este es mi dragón.—dijo Joffrey, sus ojos brillando de emoción. Elena se rió, acariciando la cabeza del niño con ternura.

—Es maravilloso, Joffrey. Tu habilidad para dibujar es impresionante.

En una esquina del salón, Daeron Targaryen trabajaba con una concentración profunda, sus cejas fruncidas mientras aplicaba pinceladas precisas a su dibujo. Elena, con movimientos suaves y respetuosos, se acercó al niño, evitando perturbar su enfoque.

—Es hermoso, Daeron.—comentó Elena, admirando el dragón azul que estaba tomando forma en el lienzo del niño—¿Cómo se llama?

Daeron levantó la vista, una pequeña sonrisa asomando en su rostro. —Gracias, mi señora. —respondió con modestia —Tessarion.

En ese momento, Lyana, movida por una repentina curiosidad, se acercó a la ventana. Su expresión cambió a medida que observaba la lluvia que comenzaba a caer pesadamente sobre Torremar. El cielo oscuro y las gotas de agua que corrían por el cristal creaban un contraste inquietante con el ambiente cálido del interior. —Mamá, ¿todos estarán bien?—preguntó Lyana, su voz temblando ligeramente, reflejando una preocupación que no era habitual en ella.

Elena se acercó a su hija, rodeándola con los brazos protectores. El frío de la lluvia y la sensación de tormenta inminente evocaban un sentimiento de inquietud en su interior. —Eso espero, cariño. —dijo Elena con una voz tranquilizadora, aunque sus propios temores eran evidentes en su expresión mientras contemplaba el panorama sombrío Torremar rara vez ve lluvias, y cuando lo hace, puede ser una señal de que algo malo se avecina. Elena abrazó a Lyana, sintiendo el peso de la preocupación que la invadía. Mientras miraba la tormenta que se desataba fuera del castillo, el silencio en el salón se cargaba de una tensión que contrastaba con la calidez y el amor que intentaba mantener en su hogar.

N O R T H  W I N S_____ Benjicot B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora