⁰⁵l harrenhal.

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CAPITULO CINCO
" h a r r e n h a l"

CAPITULO CINCO" h a r r e n h a l"

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    La luna se alzaba alta y brillante sobre Harrenhal, proyectando sombras inquietantes a lo largo de los antiguos pasillos de la fortaleza. Las antorchas titilaban, creando un juego de luces y sombras que añadía una capa de misterio a la atmósfera. La habitación era espaciosa pero austera, con muros de piedra fría y una ventana que daba al oscuro lago reflejando la luz de la luna. La figura de Benjicot, que residía estático en el pasillo estaba agravando una tension extraña que ya era insoportable.

Relaje la mano que sostenía la manija de la puerta, pero no por completo. Benjicot no era un extraño, pero su presencia a estas horas de la noche era inusual y preocupante.

—¿Qué es tan urgente Benjicot? —pregunte, tratando de mantener la voz calmada, aunque sentía el corazón acelerado. Note como la mirada del chico me recorría centímetro a centímetro. Un escalofrío recorrió mi columna, haciendo que me devolviera en mis propios pasos para intentar encontrar algo que me cubriera del frio.

Benjicot dio un paso hacia adelante, entrando a la habitación. La tensión en su rostro palpable. Su voz se bajó a un susurro, apenas audible. —He descubierto algo, que puede comprometer a muchas personas de tu casa.

Elara sintió un escalofrío recorrer su columna. Las palabras de Benjicot eran graves y su tono no dejaba lugar a dudas sobre la seriedad de la situación. —¿De qué estás hablando, Benjicot? —preguntó ella, acercándose más a él. La distancia entre ambos se redujo, y la tensión se hizo casi tangible en el aire—¿Qué has descubierto?

El chico recorrió la habitación lentamente, hasta apoyarse en la chimenea. Las brasas de fuego se reflejaban en su rostro, logrando que sus ojos marrones se vieran más temibles de lo normal. —Es sobre uno de sus guardias, un hombre llamado Sebastian. —Aparte la mirada nerviosa al escuchar dicho nombre. —He oído que está difundiendo rumores insidiosos sobre tú virtud. Está poniendo en duda su honor y sugiriendo que usted se comporta de manera inapropiada. —Mi corazón se aceleró gradualmente, el joven Blackwood empezó a caminar lentamente hacia mí.

—¿Como te enteraste de eso? —pregunte, tratando de mantener la compostura. Sin decir una palabra más, me arrinconó contra la fría pared de piedra, colocando una mano a cada lado de su cabeza, bloqueando cualquier escape. Su mirada fría era acompañada con una respiración violenta.

—¿Cómo pudiste permitirlo, Elara? —Hablo con voz baja pero cargada de furia contenida. —¿Cómo pudiste permitir que un guardia malnacido te tocara?—Senti un nudo formarse en mi estómago, la cercanía de Benjicot y su evidente enfado me descolocaron. Sin embargo, jamás iba a dejar que me calumniaran de esa manera, y de un fuerte empujón aleje al chico de mi cuerpo.

N O R T H  W I N S_____ Benjicot B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora