Era un jueves por la tarde cuando la tensión entre Jungkook y Bianca alcanzó un nuevo nivel. La intensidad de la relación que habían comenzado a construir en secreto estaba a punto de ser desafiada por los acontecimientos del día.
Bianca, en su oficina, revisaba las agendas de BTS para la próxima semana mientras se preparaba para una reunión con el equipo de marketing. Aunque estaba ocupada, su mente seguía volviendo a la noche apasionada que había compartido con Jungkook. Cada rincón de su cuerpo aún sentía el eco de la intimidad que habían compartido.
La puerta se abrió y Jungkook entró, luciendo tan atractivo como siempre, con su chaqueta de cuero ajustada y una expresión que combinaba la confianza con una sombra de tensión. Mientras cruzaba la oficina, sus ojos se encontraron con los de Bianca, y un rastro de deseo pasó entre ellos.
Jungkook, acercándose a Bianca con un aire de desafío: "Hola, ¿te puedo robar un momento?"
Bianca levantó la vista, un leve sonrojo en sus mejillas al recordar lo que había sucedido entre ellos. Se enderezó en su silla y le dedicó una sonrisa juguetona.
Bianca, con una mirada insinuante: "¿Para qué, Jungkook? ¿Qué necesitas de mí ahora?"
Jungkook, con una sonrisa que mezclaba picardía y determinación: "Solo quería ver si necesitas ayuda con algo. Parece que estás ocupada."
Bianca, arqueando una ceja: "Claro, siempre puedo usar ayuda. ¿Qué estás planeando?"
Jungkook se acercó aún más, sus manos rozando las de Bianca mientras le pasaba unos documentos que había recogido. La proximidad de su cuerpo contra el de ella hizo que el aire se cargara de una tensión eléctrica.
Jungkook, en un susurro: "Creo que podríamos usar algo de tiempo para hablar sobre... lo que pasó."
Bianca respiró hondo, sintiendo el calor de sus palabras y el roce de su piel. Su mente se llenó de imágenes de la noche anterior, de la pasión y el deseo compartidos.
Bianca, manteniendo el contacto visual: "¿Hablamos aquí? No quiero que nos vean."
Jungkook se inclinó más cerca, sus labios casi tocando el oído de Bianca mientras hablaba.
Jungkook, con voz baja y seductora: "No aquí. ¿Qué te parece si encontramos un lugar más privado para... ponernos al día?"
Bianca sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La idea de estar a solas con Jungkook, de explorar más allá de lo que ya habían compartido, la excitaba.
Bianca, con un susurro: "Está bien, salgamos de aquí."
Mientras ambos se dirigían hacia la salida, la tensión entre ellos aumentaba. Se movieron por los pasillos de la oficina con una mezcla de anticipación y secreto. Jungkook, con una mirada decidida, guió a Bianca hacia un rincón discreto en un área de descanso menos concurrida.
Una vez que estuvieron seguros de que no había nadie alrededor, Jungkook se acercó a Bianca, la tomó por la cintura y la atrajo hacia él. Sus labios se encontraron en un beso ardiente, lleno de deseo reprimido. Bianca respondió con la misma pasión, sus manos deslizando por el torso de Jungkook.
Bianca, con un jadeo: "No puedo creer que estemos haciendo esto aquí."
Jungkook, respirando pesadamente: "No puedo evitarlo. Todo lo que quiero es estar cerca de ti."
Sus cuerpos se movían en perfecta sincronía, el roce de sus pieles encendiendo una llama de deseo. Mientras Jungkook desabrochaba el botón de la blusa de Bianca, sus manos exploraban con una mezcla de ternura y urgencia.
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El Juego del Placer
RomanceBianca ha vivido en Corea desde los 10 años, y trabaja como secretaria en HYBE, una de las empresas de entretenimiento más importantes del país. Habla inglés, español y coreano con fluidez, lo que le ha permitido destacarse en su carrera. A pesar de...