A pesar de sus agendas siempre ocupadas, Jungkook y Bianca encontraban tiempo para estar juntos. La química entre ellos era innegable, y su conexión se hacía más fuerte con cada día que pasaba. Aprovechaban cada momento libre para escaparse como pareja y disfrutar de su amor sin restricciones.
Una noche, decidieron salir a dar un paseo nocturno por las calles de Seúl. La ciudad estaba iluminada por las luces de los edificios y el bullicio de la vida nocturna. Se sentían libres y felices, disfrutando de su tiempo juntos como cualquier pareja normal.
Jungkook (tomando la mano de Bianca mientras caminaban): "Me encanta poder hacer esto contigo, Bee. Solo tú y yo, sin preocupaciones."
Bianca (sonriendo): "A mí también me encanta, Jungkook. Eres mi lugar seguro."
Se detuvieron en un pequeño parque, donde se sentaron en un banco bajo un árbol. La noche era tranquila, y la sensación de libertad era embriagadora. Se besaron apasionadamente, olvidándose del mundo a su alrededor.
De repente, los flashes de las cámaras los sorprendieron. Dispatch los había encontrado, y su relación ya no sería un secreto. Los reporteros tomaron fotos y lanzaron preguntas, pero Jungkook y Bianca se mantuvieron firmes y calmados.
Jungkook (mirando a los reporteros con furia): "¡Deberían respetar nuestra privacidad, maldita sea! No tienen derecho a entrometerse en nuestras vidas."
Bianca (tapándose el rostro por las luces): "¡Demasiados flashes! Si querían una foto, solo tenían que agendar una entrevista."
De regreso a su departamento, se encontraron con llamadas y mensajes de sus agencias, pidiéndoles que no hicieran ninguna declaración pública. Las agencias se encargarían de manejar la situación y hacer los anuncios oficiales. Jungkook y Bianca confiaron en sus equipos y se enfocaron en ellos mismos.
Jungkook (con una mirada intensa y posesiva): "Eres mía, Bianca. Y nadie va a cambiar eso."
Bianca (mirándolo con la misma intensidad): "Y tú eres mío, Jungkook. No me importa lo que digan los demás."
La tensión entre ellos era palpable, y el deseo ardía en sus miradas. Se dirigieron a la habitación, donde la pasión se desbordó. Jungkook la tomó con fuerza, sus manos recorriendo cada centímetro de su cuerpo con una necesidad casi salvaje.
Jungkook (susurrando con voz ronca): "¿Quieres que te dé tan duro que no puedas caminar al día siguiente?"
Bianca (jadeando): "Sí, Jungkook. Estoy lista para que me tomes como quieras. Hazme tuya."
La intensidad de sus caricias aumentó, y cada beso era una promesa de amor y posesión. Hicieron el amor con una pasión desenfrenada, entregándose completamente el uno al otro. Los gemidos y susurros llenaron la habitación, creando una sinfonía de deseo y placer.
Después de alcanzar el clímax, se quedaron abrazados, sus cuerpos entrelazados y sus respiraciones entrecortadas. La conexión entre ellos era más fuerte que nunca, y sabían que podrían enfrentar cualquier cosa juntos.
Jungkook (acariciando su cabello con ternura y deseo): "No hay nada en el mundo que desee más que tenerte aquí, justo así, conmigo."
Bianca (mirándolo con pasión): "Siento lo mismo. No hay nada que quiera más que sentirte cerca de mí."
A la mañana siguiente, las noticias sobre su relación se habían hecho públicas, pero Bianca estaba tan exhausta por la intensa noche anterior que ni siquiera podía pensar en Dispatch o en la atención mediática. Sus piernas temblaban de cansancio, y cada movimiento era un recordatorio de lo apasionada que había sido la noche.
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El Juego del Placer
RomanceBianca ha vivido en Corea desde los 10 años, y trabaja como secretaria en HYBE, una de las empresas de entretenimiento más importantes del país. Habla inglés, español y coreano con fluidez, lo que le ha permitido destacarse en su carrera. A pesar de...