Capítulo 20: Cautivos de la Noche

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Bianca abrió la puerta de su departamento, su mente aún zumbando por la acalorada discusión con Jungkook. Pero el soporífico silencio de la noche se rompió al ver a Jungkook, esperando en el umbral de la puerta. La intensidad en sus ojos prometía que la tormenta de emociones no había terminado.

Bianca, con un tono lleno de frustración: "¿Qué demonios haces aquí, Jungkook?"

Jungkook, avanzando con una mirada ardiente: "No podía irme sin solucionar esta mierda. No soporto más ver a Soobin cerca de ti. No quiero que esto se termine así."

Su mirada estaba cargada de un deseo tan fuerte que casi se podía tocar. Jungkook no esperó respuesta. En un movimiento rápido y decidido, la atrajo hacia él y la besó con una desesperación cruda. Sus labios se encontraron en un beso frenético, lleno de una pasión reprimida que ambos habían estado tratando de contener.

Jungkook, rompiendo el beso, con voz rasposa: "Cada vez que te veo con él, me vuelve loco. No puedo soportar la idea de perderte. Necesito tenerte ahora."

El beso se volvió más salvaje y urgente. Las manos de Jungkook recorrieron el cuerpo de Bianca, despojándola de su ropa con una intensidad casi brutal. Cada prenda que caía al suelo parecía liberar más de su deseo contenido. Los gemidos de Bianca se mezclaban con los de Jungkook mientras él exploraba su piel desnuda, moviéndose con una impaciencia cruda.

Bianca respondió con igual fervor, sus manos explorando el torso de Jungkook, sintiendo su piel caliente y sus músculos tensos. Cuando llegaron al dormitorio, la tensión sexual se volvió casi insoportable. Sus cuerpos se entrelazaron con una desesperación palpable, los movimientos eran rápidos y descontrolados, cada roce amplificando su necesidad.

Jungkook, jadeando mientras sus labios se movían por el cuello de Bianca: "No puedo alejarme de ti. Necesito estar dentro de ti."

Bianca, con gemidos de placer, apenas controlando su voz: "¡Ah! Jungkook. Cállate y... hazme tuya."

Jungkook la penetró con una intensidad salvaje, sus embestidas eran rápidas y sin piedad, reflejando su desesperación y deseo desenfrenado. Bianca se aferró a él, sus uñas clavándose en su espalda, mientras se entregaban completamente al placer. Cada empuje y retirada de Jungkook era una mezcla de furia y pasión, su cuerpo chocando con el de Bianca en un ritmo frenético.

Jungkook, con voz áspera y llena de deseo: "Voy a enseñarte a mantenerte lejos de otros chicos.Te enseñaré a mantenerte lejos de otros chicos. Te daré tan duro que solo querrás estar conmigo siempre."

Bianca, con gemidos de satisfacción: "¿Y si no quiero? En ese momento, Jungkook aumentó la velocidad, haciendo que Bianca jadeara: "¡Maldita sea, Jungkook! Estoy por correrme."

Finalmente, exhaustos y satisfechos, se desplomaron juntos en la cama. Sus cuerpos estaban entrelazados, las sábanas arrugadas a su alrededor, y el deseo aún palpitante en el aire. Aunque sus cuerpos descansaban, el calor y la tensión de la noche seguían presentes.

Jungkook, acariciando suavemente el cabello de Bianca mientras ella se acurrucaba en su pecho: "Nadie te dará placer como yo. Eres mía, Bianca."

Bianca, con una sonrisa cansada y satisfecha: "¿Cómo sabes que nadie me puede complacer mejor que tú? Aunque haya otros aquí, lo único que quiero es tu cuerpo sobre el mío"

La noche se convirtió en un refugio para su pasión y conflicto, un breve respiro de la tormenta que los rodeaba. Aunque su relación seguía atrapada en un torbellino de deseo y complicaciones, por esa noche, encontraron un alivio en su conexión ardiente y desesperada.

Después de la intensa pasión que los había consumido, Bianca y Jungkook yacían en la cama, sus cuerpos aún entrelazados bajo las sábanas arrugadas. El deseo había dado paso a una conversación cargada de emoción y vulnerabilidad.

Bianca (susurrando mientras acariciaba el pecho de Jungkook): "¿Qué hacemos con todo esto, Jungkook? Siento que cada vez que estamos juntos, me vuelves adicta a ti."

Jungkook (mirándola con intensidad, sus dedos recorriendo su piel): "Cariño, lo sé. No sé qué hacer con todo esto. Tengo miedo de lastimarte, pero no puedo alejarme de ti."

Bianca (con un suspiro, sus labios rozando su cuello): "No me harás daño, solo déjame ayudarte, Jungkook."

Jungkook (deslizando una mano por su espalda, susurrando): "Intento, pero no sé cómo dejarte, cariño. Soy malo para ti, Bianca. Nunca pensé que esto podía pasar entre nosotros"

Bianca (con una mezcla de ternura y urgencia): "Jungkook, amor. Lo desifraremos, descubriremos cómo ayudarte. Solo, por favor, no tomes decisiones apresuradas."

Jungkook (tomando su rostro entre sus manos, con ternura y deseo): "Lo intentaré, pero por ahora solo quiero disfrutar el momento. Te tengo aquí como quería, te hice el amor, y ahora solo quiero seguir disfrutando de tu piel." El roce de sus cuerpos hacía que el miembro de Jungkook volviera en acción.

Bianca (con una sonrisa seductora, sus manos deslizando por su torso): "Hazme sentir tuya, tócame aquí." Bianca tomó la mano de Jungkook y la llevó a sus muslos. "Jungkook, quiero que me desees tanto que no puedas olvidarme."

Jungkook (con una sonrisa cargada de deseo, besándola suavemente): "No tenías que pedírmelo, estaba esperando el momento justo para darte más." Jungkook tomó la mano de Bianca y la llevó a su miembro, donde Bianca sintió su gran erección.

Bianca (mirándolo con pasión en los ojos): "¿Yo provoco eso? Si es así, me encanta saber que provoco algo en ti."

Bianca masajeaba el pene de Jungkook con delicadeza, siguiendo sus indicaciones mientras él gemía de placer. La intensidad creció rápidamente, y Jungkook, incapaz de contenerse más, la tomó con firmeza. Colocó las piernas de Bianca sobre sus hombros y comenzó a embestirla con una pasión desenfrenada.

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