Bianca se encontraba en el despacho de la oficina de HYBE, rodeada de papeles y documentos que debía organizar antes de la reunión del día siguiente. La tarde había sido agitada, con reuniones y cambios de última hora, y Bianca estaba exhausta pero determinada a terminar su trabajo antes de irse a casa.
Mientras organizaba unos papeles en el escritorio, el sonido de la puerta abriéndose la hizo levantar la vista. Era Jungkook, que entró con un aire relajado pero con una mirada intensa en sus ojos.
Jungkook, cerrando la puerta detrás de sí: "¿Aún aquí, Bianca? Pensé que ya estarías en casa."
Bianca, sonriendo cansada pero aliviada al verlo: "No pude irme sin terminar esto. Tienes idea de lo que significa tener todo en orden para mañana."
Jungkook se acercó al escritorio, observando los documentos esparcidos por la mesa. Su mirada se desvió hacia Bianca, que estaba en una posición algo incómoda mientras alcanzaba unos papeles en el fondo del escritorio. Se acercó más, deteniéndose justo detrás de ella.
Jungkook, con un tono suave pero cargado de deseo: "Sabes, el trabajo puede esperar. Hay algo más que me gustaría hacer ahora mismo."
Bianca sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar su voz tan cerca. Se giró lentamente, encontrando la mirada de Jungkook llena de intenciones ocultas. La tensión entre ellos era palpable, y la atracción que habían estado reprimiendo durante semanas parecía estar al borde de estallar.
Bianca, con una sonrisa juguetona pero nerviosa: "¿Y qué tienes en mente, Jungkook?"
Sin responder con palabras, Jungkook se inclinó hacia ella, sus labios rozando los de Bianca en un beso lento y cargado de promesas. El contacto inicial fue suave, pero pronto se transformó en un beso más profundo y apasionado, que dejó a ambos sin aliento.
Mientras el beso continuaba, Jungkook deslizó sus manos sobre los costados de Bianca, acariciando su cintura y tirando ligeramente de ella hacia él. Bianca se dejó llevar por la intensidad del momento, sus manos buscando el cabello de Jungkook, aferrándose a él mientras se perdía en el abrazo.
Jungkook, separándose un poco pero manteniendo la mirada fija en Bianca: "Nunca puedo resistirme a ti. Cada vez que estamos juntos, es como si todo el mundo desapareciera."
Bianca, respirando pesadamente: "Siento lo mismo. Es como si no pudiéramos controlar lo que sentimos cuando estamos cerca."
Con una sonrisa traviesa, Jungkook giró la silla del escritorio para que Bianca se sentara en ella, girándola de manera que él quedara de pie entre sus piernas. La atmósfera en el despacho se volvió aún más cargada, y la intimidad de la situación hizo que ambos se sintieran más conectados que nunca.
Jungkook, acariciando la cara de Bianca: "¿Cómo te sentirías si te dijera que tengo muchas más fantasías sobre ti que no he tenido la oportunidad de cumplir?"
Bianca, mirando hacia arriba con curiosidad: "¿De verdad? Cuéntame más."
Jungkook, con un tono seductor: "Prefiero mostrarte en lugar de contártelo."
Con movimientos firmes pero suaves, Jungkook comenzó a desabrochar el botón de la camisa de Bianca, sus manos moviéndose con precisión y cariño. Mientras ella se relajaba en la silla, él la miraba con una intensidad que prometía explorar cada rincón de su deseo.
Bianca dejó escapar un pequeño gemido cuando Jungkook la besó en el cuello, sus labios deslizándose suavemente hacia abajo mientras sus manos continuaban explorando su piel. El calor en la oficina se volvió casi insoportable mientras la pasión entre ellos crecía.
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El Juego del Placer
RomanceBianca ha vivido en Corea desde los 10 años, y trabaja como secretaria en HYBE, una de las empresas de entretenimiento más importantes del país. Habla inglés, español y coreano con fluidez, lo que le ha permitido destacarse en su carrera. A pesar de...