Capítulo 22

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Parte 1


El omega jadeaba y sudaba sin control en tanto seguía mostrando su cuello a la espera de una respuesta positiva ante el ruego que hizo al alfa. Inupi no entendía el por qué de tal actuar. Hace un rato que Takemichi se encontraba perfectamente, y ahora, no era más que un omega sediento de afecto por parte de un alfa.

Al no obtener una respuesta ni una reacción ante su necesidad, Takemichi comenzó a acercarse al cuello de Inupi sin dejar de temblar y llorar ligeramente; como tratando de resistirse ante la necesidad y descontrol de su cuerpo.

Las feromonas del omega eran tan exquisitas y agradables que Inupi estuvo tentado a ceder ante la petición y provocación del omega que comenzó a perder el aliento junto a su cuello. Takemichi lo besaba y lamía con premura e intensidad. Inupi simplemente empezó a dejarse "amar" y poseer por el omega al que tanto amaba y que parecía dispuesto a ser tomado por él, creyó que finalmente tenía la oportunidad de poseerlo y amarlo como el tanto había deseado.

Aún guardando un poco de resistencia, el alfa le pidió que parara. El omega no detuvo la acción de besar y lamer el cuello del alfa mientras lo sujetaba con fuerza del cuello de la camisa. Inupi comenzó a aceptar y disfrutar de a poco la acción, hasta que instantes después el omega se separó de su cuello, y al verlo a la cara, la expresión de su rostro le dijo lo contrario a cada una de sus acciones y peticiones...

— Lo... Lo lamento —pidió con suavidad el omega— no... yo no quiero esto —confesó entre lágrimas el omega.

Su cuerpo seguía reaccionando y demostrando lo contrario. Mientras seguía llorando y temblando llevó sus manos hasta el comienzo de los botones de su camisa en la tarea de desprenderse lentamente de ella. El alfa fijó la mirada en la argolla que poseía el omega colgando de una cadena alrededor de su cuello, era obvio para Inupi que ese había sido un regalo y más que nada: una promesa de amor eterno y un futuro juntos por parte del alfa al que tanto ama aquel omega.

Recordó el amor y cariño que siempre se han mostrado esos dos, cuan enamorados siempre se ven el uno del otro. Finalmente percibió y entendió cada una de las sensaciones mostradas por el omega que aparentemente parecía consiente y dispuesto a lo que estaba haciendo. 

El Takemichi que ama, jamás amaría a nadie que no fuera Ryuguyi Ken, y tampoco estaría dispuesto a entregarse y dejarse tomar de esta manera, por alguien no sea él...

En un acto rápido y firme detuvo al omega de su actuar. Éste lo miró de regreso aún con lágrimas en los ojos. 

Sin decir una sola palabra, el alfa lo abrazó con fuerza. Después de unos minutos el omega dejó de temblar y llorar así que el alfa lo soltó con suavidad, sin embargo, la sudoración y la cantidad enorme de feromonas desprendidas por el omega aún predominaban por todo el lugar.

— Lo siento —le dijo el omega— realmente no entiendo qué me está sucediendo —agregó con vergüenza.

— ¿Bebiste algo extraño cuando me separé de ustedes? —el alfa comenzó por ahí ya que antes de que saliera a atender la llamada de su hermana el omega no mostró indicios extraños de su condición.

El omega negó ligeramente con la cabeza, de pronto recordó la bebida frutal que bebió antes de que Inupi saliera del lugar. 

— Sí, lo hice —respondió— ¡Pero solo era una bebida frutal como la de los demás! —explicó.

Inupi se puso a pensar en esto recordando que él no probó aquella bebida pero antes de que pudiera seguir buscando explicaciones alguien más entró a los sanitarios.

,Ꮚ⁠˘⁠ Mi pequeño y precioso Omega ⁠ᏊDonde viven las historias. Descúbrelo ahora