Capítulo 21

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El alfa sujetaba con fuerza y precisión la delgada y sexy cintura del omega mientras lo embestía de manera constante.

— ¡Ran! —jadeó el omega— ¡Mhn, MÁS, MÁS! —rogó extasiado.

Éste solo se deleitaba con la espalda pequeña y la piel tan brillante y perfecta del omega. Pero si algo le agradaba al alfa más que nada, era la hermosa y alborotada cabellera rubia que poseía. No dudó en enterrar su mano en ella mientras le daba una buena follada al omega.

El alfa no podría estar más feliz al finalmente tener de esta manera al omega al que tanto deseaba poseer: Takemichi Hanagaki.

Finalmente era suyo, COMPLETAMENTE SUYO.

Comenzó a follarlo de manera brusca provocándole gemidos de dolor y placer al omega.

Sentía que su orgasmo se acercaba, presionó con más fuerza el agarre a las caderas del omega tratando de terminar dentro de él.

— Angh, Takemichi —gruñó el alfa.

El omega reaccionó a la mención.

— ¿Takemichi? —inquirió el omega.

El alfa volvió a la realidad observando los ojos marrones que lo miraban con molestia.

— ¿Quién es Takemichi? —le cuestionó al alfa.

De inmediato salió de dentro del omega y su orgasmo como en anteriores ocasiones: quedó en nada, dejando insatisfecho no solo al alfa sino también al omega.

Rápidamente el alfa refregó sus ojos pero en cada intento, solo veía la realidad.

No era Takemichi a quien estaba mirando.

El omega no esperó por la respuesta del alfa e indignado solo comenzó a vestirse.

— No creí que fuera verdad lo que decían pero veo que me equivoqué —dijo con molestia al terminar de ponerse los zapatos.

El alfa ni siquiera podía reaccionar. Aquel chico salió de la habitación donde se encontraban: era la sala VIP de un antro que frecuentaban los hermanos Haitani.

En la habitación contigua se encontraba Rindou Haitani quién ya había terminado con el omega que estaba con él.

— ¿A dónde vas Kitahara? —le preguntó el alfa— ¿Tan rápido acabaron?.

— ¡Eso díselo a tú hermano! —reclamó el omega— ¡Que perdida de tiempo!.

El omega salió furioso de aquel lugar. Rindou solo siguió riendo aún cuando salió su hermano.

— ¿Otra vez? —inquirió burlándose— ¿Qué pasa contigo?. Mira que no llegar al clímax con alguien tan satisfactorio como Kitahara. Creo que de verdad tienes un problema.

— Vete al diablo —ladró furioso su hermano.

Ran salió de aquel lugar con dirección a su casa. Mientras caminaba, una serie de recuerdos de aquel último encuentro que tuvo con el omega Takemichi Hanagaki se apoderaron de su mente.

Desde aquel día se volvió incapaz de complacerse con cualquier otro omega. Era algo demasiado frustrante para alguien cómo él que tenía una vida sexual sumamente activa.

Recordó el como ese estúpido omega lo humilló de semejante manera. ¿Cómo fue posible que un simple omega humillara de tal manera a un alfa?, simplemente le era inaceptable.

Pero solo podía apretar sus puños presa de la ira que le recorría las venas.

Alguien lo sacó de sus pensamientos al plantarse frente a él.

,Ꮚ⁠˘⁠ Mi pequeño y precioso Omega ⁠ᏊDonde viven las historias. Descúbrelo ahora