,Ꮚ⁠˘⁠ Mi pequeño y precioso Omega ⁠Ꮚ

Capítulo 7

La madre de Takemichi lucía completamente desconcertada y únicamente pudo saludar balbuceando.

— Bue-buenas noches...

— Buenas noches —respondieron ambos aún con las manos en alto.

Ella dirigió la mirada a Takemichi a la espera de una explicación, éste reaccionó al momento.

— Oh, mamá, él es... E-es... ¡Es mi novio! —exclamó en alto por los nervios.

Al darse cuenta de sus palabras y del tono de voz, dirigió la mirada a su mamá la cual lo miraba con asombro. Volteó a ver a Draken, el cual tenía el rostro completamente ruborizado.

«¡Maldita sea, la cagué!» gritó Takemichi a sus adentros.

— Este, verás... —intentó explicar aún más nervioso.

Draken se esforzó por cambiar su expresión a una más relajada aún con el rostro rojo.

— Es un placer conocerla, señora. Mi nombre es Ken Ryuguyi, y soy el novio de su hijo —hizo una reverencia con la cabeza— lamento que nos hayamos conocido de esta manera.

Madre e hijo se quedaron de piedra al escucharlo.

¿Cómo demonios pudo decir eso con semejante naturalidad?.

— Oh, no. Al contrario, perdonen por interrumpirlos...

Ahora los tres estaban avergonzados.

— Ehm —aclaró su garganta— ¿Por qué no vienes mañana a comer con nosotros? —sugirió apenada.

Takemichi intentó hablar pero Draken le ganó la palabra.
— Lo haré, agradezco mucho su invitación. Y nuevamente me disculpo por presentarme de esta manera.

— ¡Oh, no te disculpes por eso! —negó.

Siguieron hablando entre ellos dejando de lado por completo a Takemichi hasta que finalmente se despidieron.

— Te veremos mañana a las dos entonces —habló la madre.

— Sí, muchas gracias —agradeció con una sonrisa.

Dirigió su mirada a Takemichi y estaba a punto de tomarlo de la nuca para acercarlo a él, igualmente, Takemichi estaba a la espera de ello pero Draken detuvo la acción al sentir la mirada de su madre sobre ellos.

— Ah, este yo... Los dejo solos —dijo en voz baja entrando nuevamente a la casa.

Ambos estaban demasiado apenados uno con el otro.

— ¡Perdón! —pidió Takemichi agachando la cabeza— ¡Lamento haberte metido en esto! Este yo...

Draken solo pudo reír al ver a Takemichi actuar de esa manera tan tierna. Esto lo desconcertó.

— Perdona. Pero no veo por qué debes disculparte.

Takemichi lo miró como embobado mientras Draken reía.

— A menos, que no quieras que venga mañana —dijo con una sonrisa juguetona.

— ¡Para nada! Me encanta verte —respondió de inmediato— Digo, no me desagrada la idea de verte.

Esto lo hizo sonreír. Le encantaba poner nervioso a Takemichi.

Se acercó a él, lo tomó de la nuca acercándolo a su pecho y volvió a hablar.
— Yo disfruto mucho verte todos los días —confesó Draken.

Takemichi empeoró.

— Bueno, te veré mañana entonces —se despidió Draken dando la vuelta para irse.