,Ꮚ⁠˘⁠ Mi pequeño y precioso Omega ⁠Ꮚ

Capítulo 2

Takemichi quería mover los pies, echarse a correr lejos de la escena que presenciaban sus ojos pero en lugar de hacerlo solo podía mirar a aquel chico con la carta en las manos, leyéndola.

Un leve rubor rosado invadió sus mejillas conforme avanzaba la lectura. Al leer lo último, su mirada se enterneció para rápidamente alzar la mirada en la búsqueda del remitente.

No tardó en encontrarlo, y por un instante sus miradas se cruzaron. Avergonzado y asustado, Takemichi sentía que el corazón se le salía del pecho. Reaccionó dando unos pasos atrás para finalmente emprender una huída rápida hacia su casa.

Subió a toda prisa a su habitación.

Un montón de mensajes iban llegando a su teléfono.

— ¡¿El tipo que te gusta es Draken?!, ¡¿El destroza Betas?. ¡¿Acaso te quieres morir?! —preguntó Hakkai.

— Supongo que es la última vez que te mandaré mensaje estando con las piernas como Dios te las hizo JAJAJA. No mames,  ¿Draken?, ¿En serio? —se burló Hina.

— ¡¿Takemichi estás bien?!, el estúpido de Hakkai me llevó con él —explicó Inupi.

Afortunadamente su madre se encontraba en el trabajo, de otro modo al escuchar las maldiciones y gritos de Takemichi habría acabado por llamar a algún psiquiátrico para que fueran por él.

— ¡Mierda, mierda, mierda, mierda!. ¡Es el puto fin!. ¡¿Por qué mierda tuve que equivocarme de casillero?!.

Su teléfono empezó a timbrar al recibir una llamada de Chifuyu. Respondió rápidamente.

— ¡La cagaste Takemichi! —exclamó.

— ¡Muérete!, ¡Todo esto es tú culpa y de tu maldita idea de escribir una puta carta!.

— ¡Yo no te dije que te confundieras de casillero idiota! —se defendió.

Siguieron culpandose el uno al otro por varios minutos.

— ¡Estoy jodido! —dijo Takemichi.

— Oye cálmate —cierta desesperación se notaba en la voz de Chifuyu— Tal vez no suceda nada. Quizás no le de importancia a la carta. Según lo que he oído no pareces encajar en los estándares de Draken.

Takemichi trató de regular su respiración.

— ¿Tú crees que de verdad no le de importancia?.

— Sí, osea, puede que le dé lo mismo y no vaya tras de ti.

«Dios, buda o quien sea que esté despierto a esta hora. Juró que no pediré nada más en la vida, pero, por favor, ¡POR FAVOR, que Draken olvide lo que sucedió hoy!» rogó a sus adentros.

Takemichi le dijo que al menos por ese día no volvería a casa. No se sentía apto para ver a sus amigos, a Mikey y mucho menos a Draken.

Su madre volvió luego de varias horas. Le sorprendió ver a su hijo en casa antes de la hora regular pero dejó eso de lado para preguntarle por cómo le fue con su confesión.

— ¡¿Y bien, cómo te fué?! —preguntó emocionada.

Obviamente Takemichi parecía incómodo ante el cuestionamiento de su madre, algo que ella notó de inmediato.

— ¿Sabes?, Hoy subieron a la plataforma de streaming la película que me mencionaste hace unas semanas. ¿Qué tal si la vemos juntos?.

Takemichi aceptó. Las palomitas estaban listas pero hacían falta las bebidas así que Takemichi fue a comprarlas a la tienda que había en su barrio.