Capítulo 2: La Distorsión de la Victoria

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¿Dónde estaba?

No sabía dónde estaba, ni cómo había llegado allí. Había estado... flotando. Flotando, como si estuviera en agua. Flotando, y balanceándose suavemente, el sonido de las olas en sus oídos.

"Espera, pequeño. Casi estamos allí."

Estaba volando. El viento era frío en sus mejillas. Alguien lo estaba... alguien lo estaba llevando.

¿Cómo había llegado allí? ¿Qué estaba haciendo antes?

"Descansa aquí, pequeño. Ahora estás a salvo."

Se sentía deslizándose, como si se estuviera relajando en un baño caliente. El mundo, vago como era, parecía desvanecerse.

Y vio.

Una masa horrible de tentáculos, tentáculos que parecían dedos humanos, enrollándose unos alrededor de otros, golpeando como serpientes. En su centro una cara burlona sin ojos, una cara de cadáver ya muerto y desmoronándose.

Y detrás, un par de ojos grandes y asustados.

"¡Tenko!"

Tenko. Sí, conocía ese nombre. El nombre de alguien que nunca había visto, pero que anhelaba salvar. Alguien atrapado dentro del alma de otro. Otro, que buscaba destruir el mundo.

El horror, extendiéndose y estallando, sus dedos buscando su carne; con un solo toque podría terminarlo para siempre.

Una explosión, arrojando los dedos hacia atrás. Un viento caliente lo envolvía, el rugido desgarrando sus tímpanos. Una figura familiar, saltando frente a él, brazos extendidos. Más explosiones, sacudiendo a la monstruosidad y alejándola.

"¡Kacchan!"

¿Kacchan? ¿Quién era Kacchan otra vez? Era un nombre que conocía, pero ¿de dónde?

"¡Kacchan!"

"¡Recupérate, Deku!"

Kacchan. Bakugo Katsuki. Su rival, que lo había llevado a la grandeza. Su enemigo, que lo había acosado y menospreciado.

Su amigo, que le había salvado la vida.

Los dedos estallaron, envolviendo a Bakugo. Su masa aplastándolo, su carne convirtiéndose en cenizas.

"Deku... no mueras aquí..."

Y se fue.

Desaparecido. Desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Desaparecido para siempre.

Solo vio rojo.

Gritó un grito que rasgó el aire. Su alma estalló, brillando como una estrella recién nacida. Se sintió volando, con el puño extendido. Su puño golpeó la cara, y se hundió en la masa negra, en las profundidades del horror. La monstruosidad explotó, su poder atravesándola y quemándola hasta desaparecer.

Sí. Había ganado. Esa cosa contra la que había luchado, esa cosa que había buscado destruir el mundo. La había destruido, y solo él quedaba.

Una figura humana, pálida como un cadáver, cabello puntiagudo del color azul de la carne muerta. Sus ojos vacíos, como si el alma detrás de ellos ya hubiera desaparecido hace tiempo, la mitad de su cráneo faltante debido al golpe que había dado.

Y una gran sonrisa apareció en su rostro, dientes expuestos a pesar de todo.

"Has perdido."

Y luego se fue. Un círculo de pura oscuridad, erupcionando desde su pecho. Más y más grande creció, todo a su alrededor desapareciendo en su vacío. El viento rugió a su alrededor, succionándolo hacia la oscuridad, atrayéndolo.

Heroes of the New World [traducido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora