Jennie esperaba paciente en la cafetería, notó a Lisa pasar por el ventanal y ambas se saludaron. Lisa ayudó a Jennie a cerrar la cafetería, apagaron las luces y la alarma fue activad.
Lisa esperaba a que Jennie cierre la puerta con llave, cuando sintió aquella presencia otra vez, aquel aroma que tanto detestaba y muy difícilmente lo distinguía.
_Adán...- susurró, estaba cerca, muy cerca.
_¿Qué dijiste? - Jennie llegó a su lado.
_Nada - sonrió, disimulando - ¿Nos vamos? - ofreció su brazo.
Jennie miró curiosa aquella acción, sonriendo. Aquel gesto de caballerosidad ya no era utilizado en la actualidad, muy pocas personas lo usan, mayormente los ancianos. Le gustó mucho, le pareció más atractiva y sin dudarlo, sujetó su brazo, comenzando a caminar juntas.
_¿A dónde iremos? - preguntó la castaña.
_¿Te gusta la playa?
_No tanto, no desde que ví que las personas hacen sus necesidades allí - recordaba con asco.
_¿Hacen eso en la playa? - Lisa quedó extrañada - ¿Y nadan allí? - Jennie asentía - ¿Todos juntos?
_Lo dices como si nunca hubieras ido a la playa - Jennie notó su nerviosismo.
_No fuí porque nunca me llamó la atención.
_¿Y ahora iremos allí?
_Es que...me pareció un lindo lugar. Es muy romántico. Las estrellas son románticas, la luna es romántica, el sonido del mar es romántico. Todo es perfecto para...- se mantuvo silencio cuando se dió cuenta que casi menciona el beso.
_¿Es perfecto para qué? - Jennie disfrutaba ver nerviosa a Lisa.
_Para...admirar la naturaleza - sonrió nerviosa, Jennie comenzó a reír - ¿Qué? - rió igualmente - ¿Dije algo?
_Te ves muy linda nerviosa - acarició su brazo - vaya, ¿Haces ejercicio?
_No - negaba - soy hermosa naturalmente.
***
Levi miraba al cielo junto a Bem, estaban en el patio de la casa de Lisa, se habían mudado allí ya que necesitaba que alguien lo habite. Levi mantenía su copa de vino como siempre, mientras Bem mordía un panchito.
_¿Creés que nos escuche? - pronunció Levi.
_Creo que no, aunque tal vez sea sonámbula.
_Eso explicaría porqué tantas lluvias y tormentas, debe tener pesadillas - giró a él - Bem, ¿Por qué elegiste ser cura? Es muy irónico que lo seas cuando no adoras a nuestro abuelo.
_Por que así es más fácil pasar desapercibido - seguía comiendo - y los creyentes pagan muy bien, puedo viajar por todo el mundo sin necesitar mis poderes.
_¿Te gusta la vida humana? - preguntó incrédulo.
_¿Por qué lo dices?
_¿Por qué nunca buscaste a nuestra madre? O a nuestra madre Lilith. Ambas se sentían solas - preguntó Levi.
_Cuando desperté, el día que nuestra madre Jennie nació, causé un gran terremoto sin querer - recordaba - salí de la tierra, en un campo, y mucha gente murió por mi culpa. Los ayudé a volver a construir, eran personas nobles, allí conocí a alguien.
