La oscuridad llenaba la habitación, solo una tenue luz amarilla daba un poco de visión sobre la mesita de noche. Un par de ojos rojos brillosos se mostraron cerca de la puerta, observando, como acechando.
Sus pasos eran tranquilos, suaves, no provocaban algún ruido. Se acercó al lado de Dahyun, quedando frente a ella, dormía de lado, en un profundo sueño. Los dedos de Jennie acariciaron con total sutileza su mejilla, dejando salir sus filosas uñas sin lastimarla. Sonrió de manera fría y guió su dedo índice directo a su garganta, tentada a hundir aquel filo, jugando con ella.
Dahyun abrió los ojos de repente, sintiendo un extraño miedo, como si hubiera tenido una pesadilla. Se sentó en la cama, suspirando y pasando sus manos por su rostro. Levantó la mirada y observó a sus amigas, quedando extrañada al no ver a Jennie allí.
***
Lisa se mantenía recostada sobre su cama, miraba al techo, aburrida. Tenía puesto su mismo traje, jugaba con su sombrero en sus manos y se acomodaba cada cierto tiempo de lado, pero volvió a misma posición. No sabía qué hacer, todos estaban durmiendo. Era aburrido tener que esperar hasta el amanecer para ir a ver a Jennie.
Los angeles eran los únicos que no podían dormir, no sentían ese desgaste de energía, solo los seres vivos de la tierra. Sus hijos dormían igualmente en la casa que había comprado, ellos sí requerían de descanso por ser nefilim, hijos de un ángel y un ser humano, bueno, Jennie al principio era una humana.
_No sé ni porqué compré esta cama - colocó su sombrero sobre su rostro - aún falta mucho para que Jennie decida si va a vivir aquí o no. Tal vez ni quiera dormir en el inframundo, tal vez quiera su casita frente a la playa. ¿Será divertido vivir como humana? Tendré que buscar trabajo. Tal vez sea modelo, o bombera, el fuego no me hace nada - sonreía divertida.
Un fuerte viento hizo volar su sombrero, como una onda rápida. Abrió los ojos con molestia y guió su mirada al frente, toda expresión de enfado desapareció al ver a la castaña de pie frente a la cama. Sus ojos enrojecidos era clara señal de que era Lilith y su mirada intensa la ponía nerviosa.
_¿Jennie? - observó a sus espaldas - ¿Y Rosé? - Jennie se fue acercando a pasos tranquilos, lentos - ¿Jennie? - observó la larga camisa blanca que estaba usando, le llegaba hasta las rodillas - ¿Así estabas e-en la pijamada? - tragó nerviosa al verla detenerse.
_No...- respondió de manera susurrante - me cambié para venir aquí.
_¿Por qué...? - no hizo falta palabras, Jennie llevó su mano al botón del medio, quitandolo, era el único que ayudaba a cubrir su cuerpo - Jennie...- no pudo terminar la frase, la camisa cayó al suelo, dejando a la vista su completa desnudes - Dios...
***
Las caderas de Jennie se movían en sensuales ondas sobre las caderas de Lisa, de adelante, de atrás. Lisa la atraía de su cadera con una de sus manos, la otra la usaba para seguir penetrando a Jennie con sus dedos, mientras su boca devoraba con ansías sus senos, uno por uno.
Las manos de Jennie se sujetaban de sus hombros, hundía sus dedos en su piel, evitando sacar sus filosas uñas. Pero cada penetración le fascinaba, la enloquecía, cada vez más profundo y más rápido, que era difícil no herir su piel por la intensidad del momento.
Tomó sus mejillas, guiando con rudeza a tomar sus labios cargado de deseo. Sus dedos se enredaron en su cabello, atrayendola más a ella. Sus lenguas danzaban, frenéticas, tocando cada rincón de sus bocas.