En una remota isla habitada por pocos, Tn trabaja en la tienda de sus padres, sintiéndose atrapada en una vida monótona y predecible. Su rutina cambia drásticamente cuando un barco pirata ancla en la costa y, tras un encuentro inesperado, Tn es recl...
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No sabía si reírme o salir corriendo. Su energía era contagiosa, y aunque el miedo seguía latiendo en mi pecho, algo en su actitud me hizo sentir un poco más segura.
—Eh... no estaba jugando al escondite —logré balbucear, sintiendo que mis palabras se mezclaban con la confusión que me embargaba—. Solo... estaba observando el barco.
Él se inclinó un poco hacia adelante, como si intentara leer mis pensamientos, y su mirada era tan curiosa que no podía evitar sonreír.
—¡Es un barco pirata! —exclamó con entusiasmo. —Por cierto, soy Luffy, capitán del Thousand Sunny y próximo rey de los piratas. —El pelinegro estrechó su mano, haciendo que yo se la aceptara.
—Tn, ¿no eres muy joven para ser el próximo rey de los piratas? —pregunté curiosa.
Había oído hablar sobre el último rey de los piratas: riqueza, fama, poder... El hombre que lo consiguió todo en este mundo, el Rey de los Piratas «Gold Roger». Las últimas palabras que dijo justo antes de morir enviaron a mucha gente a los mares para conseguir sustituirlo como rey de los piratas.
—La edad es relativa cuando tienes esto —dijo señalándose la cabeza—. Y esto, claro. —Luffy estiró su brazo hasta coger una flor de encima de las rocas. Una sonrisa apareció en mi rostro.— Además, tú también eres muy joven para estar aquí por la noche, ¿no crees?
—Cierto. —El muchacho volvió a sonreír; tenía una risa contagiosa y una sonrisa amplia y blanca.— Y bueno... ¿has venido sola?
Sabía perfectamente que no; había escuchado cómo avisaba a su tripulación de mi presencia.
—¿Por qué tanta curiosidad? —La sonrisa no se le desvanecía de la cara.
—No te lo tomes como un cumplido, pero eres lo más interesante que ha parado por aquí en mucho tiempo. —El chico sonrió todavía más.
"Se le va a caer la cara de tanto sonreír", pensé.
—¿Te apetece estar un rato con nosotros? Así los conocerás y podrás dejar de hacer preguntas. —Luffy vio mi cara de duda y pasó su mano por mis hombros.— Agárrate.
—¿Qué? ¿Por qué... AAAAH! —Había estirado su brazo y me había lanzado con él hasta la cubierta del barco.
Él soltó una carcajada, y yo me coloqué el pelo mirándole mal. Cuando levanté la mirada, había otras cuatro personas mirándome fijamente.
—Esta es Tn. —Dijo emocionado.— Tn, esta es Nami; es un poco borde, pero te acabas acostumbrando a ella.
La muchacha pelirroja le dio una toba a Luffy.
—No le hagas caso; no es mi culpa ser la única que tiene cerebro en este barco.
El del sombrero de paja ignoró a la chica volviendo a pasar el brazo por mi hombro amistosamente.— Este es Usopp; sabe usar el tirachinas, creo... —susurró más bajito.
