En una remota isla habitada por pocos, Tn trabaja en la tienda de sus padres, sintiéndose atrapada en una vida monótona y predecible. Su rutina cambia drásticamente cuando un barco pirata ancla en la costa y, tras un encuentro inesperado, Tn es recl...
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-Yo...- Los miré a los tres y me bebí de un sorbo el café.- Yo mejor me voy a cambiar.
Salí corriendo de allí, hacia el camarote.
-¡Que sepas que eso es traición!- Me chilló mi capitán.
Yo solté una risita y seguí bajando las escaleras.
Entré y me cambié tumbándome en la cama, y justo cuando me empecé a dormir, la puerta de mi habitación sonó.
-¿Estás visible?- Preguntó Zoro detrás de esta.
-Mhm.- Asentí.
El chico abrió la puerta de mi habitación, yo seguía con los ojos cerrados en mi cama.- ¿Que haces ahí?
-Dormir.
-Ya, eso ya lo veo.- Se acercó a mi lado me sacudió.- Levantante.
-¿Y si no entrenamos hoy?- Pregunté apartándole de mi.
-¿Es el segundo día y ya quieres parar?
-No he dormido.- Dije aún con los ojos cerrados.
-¿Te crees que si te vienen a matar va a importarles si has dormido? Levántate. No te lo voy a repetir más.
Yo gruñí dándome la vuelta y le di la espalda.
-Joder macho...
-Levanta.
-Que ya voy.
-Dios eres una vaga hasta para levantarte.
-Lo siento, es que hago más cosas aparte de dormir y entrenar.- Dije levantándome.
-Te estás tomando todo esto como un juego, te están buscando ahí fuera, espabila ya joder, te quieren matar.
-No me lo estoy tomando como un juego Zoro, es que yo no quiero estar aquí, ni tampoco quiero estar contigo, más de dos horas todos los días, entrenando, para que me hables como si no fuera nada.
-Era lo que querías, salir de tu isla, pues aquí lo tienes.- Contestó tajante.
-Ni me refería a esto.
-Siento que no sea una vida de princesa, pero es lo que hay. Estás aquí porque tus padres me lo pidieron, no por mi gusto, ¿o te crees que a mi me hace ilusión tenerte alrededor y verte todos los días?- Yo me quedé callada.- Para nada, no te quiero aquí, ya te lo dije el primer día, somos piratas, y está no es tu vida.
-Yo no te pedí que me trajeras, haberme dejado morir.- Dije levantándome.
-Sabes que yo no soy así.- El peli verde se acercó más a mi.- Y no pienso estar detrás de ti todo el tiempo, tienes que aprender a defenderte sola, te guste o no.
-Te estoy pidiendo que me dejes hoy, no que me lo esté tomando como un juego. Soy consciente de que me están buscando, y soy consciente de que puedo morir, igual que tú y que todos los de este barco.
