Capitulo 3

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Desperté con el murmullo del mar y el cálido sol acariciando mi rostro

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Desperté con el murmullo del mar y el cálido sol acariciando mi rostro. Recordé la invitación de los piratas que conocí anoche: desayunar a cambio de mostrarles la isla en la que había crecido.

Me levanté de la cama con cierta torpeza, como si mis movimientos estuvieran sincronizados con la lentitud del amanecer. Mis pies buscaron el suelo con cautela, aún adormilados por el sueño que se resistía a abandonar mi cuerpo. Con pasos vacilantes, me dirigí hacia el baño, dejando un rastro de somnolencia en mi camino.

La ducha se convirtió en mi refugio, donde el agua tibia me acariciaba como un recordatorio amable de que era hora de despertar por completo. Cada gota que caía sobre mi piel parecía susurrar: "Despiértate, vaga".

Después de secar mi cuerpo con delicadeza, los pantalones de lino y la camiseta rosa con espalda descubierta se convirtieron en mis aliados para el día. Sentí la frescura del lino acariciando mi piel y la alegría del color rosa infundiendo energía a mi look. Me miré al espejo con una sonrisa cómplice, apreciando el contraste entre mi apariencia algo despeinada pero llena de vida. Dejé que mi cabello se secara al aire para resaltar sus ondas suaves y naturales. Con los dedos, separé delicadamente algunas secciones para darle un toque más despeinado y con textura.

Al cruzar la puerta, fui recibida por un golpe de calor reconfortante y el aroma salado del mar que se colaba por las calles. El sol acariciaba mi piel y el viento jugueteaba con mi cabello; a veces lo odiaba, como se me ponía en la cara.

Mientras caminaba hacia la playa para encontrarme con los piratas, una mezcla de emoción y nerviosismo revoloteaba en mi estómago. Recordaba claramente las palabras de Zoro el día anterior: "Ahí está, solo es una niña queriendo perseguir un sueño que no puede tocar". Aquellas palabras resonaban en mi mente, haciéndome dudar de lo que me esperaba.

En la cima de un acantilado, observaba la cala dorada que se extendía a mis pies, acariciada por las olas cristalinas que rompían con suavidad en la orilla. El sol del amanecer pintaba el cielo con tonos cálidos y dorados, creando un escenario de ensueño para lo que sería mi encuentro con los misteriosos piratas.

Con paso vacilante, comencé a descender por el sendero empinado que conducía a la playa, sintiendo la brisa marina jugar con mechones de mi cabello y el aroma salado impregnar mis sentidos. Observé una vez más el barco pirata que aguardaba en la distancia, sintiendo un cosquilleo de anticipación recorrer mi espina dorsal. ¿Cómo sería aquel encuentro?

Tratando de descifrar la forma de abordar aquel barco, pareció que el universo quiso escucharme cuando la voz de Luffy pegó un chillido.

—¿Qué haces ahí parada, tonta? ¡Sube! —El capitán me miraba con una sonrisa amplia.

—Estoy buscando la manera, pero si no me bajas la pasarela, me da que yo no me estiro como tú —reí.

—Uy, es verdad —Luffy se rascó la cabeza mirando hacia atrás—. Dame un momento.

𝒲𝒾𝓁𝒹 𝒮𝓊𝓃𝓃𝓎 𝒮𝓊𝓃 (Zoro x Reader)Where stories live. Discover now