veinticuatro

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Nicole tragó saliva nerviosa mientras miraba el rostro de JungKook, quien parecía más que dispuesto a ir y contarle todo de principio a fin a JaeBeom, y eso, no le convenía a ninguno. Podía divulgar la información, hacer que todos los miren con asco, arruinar las amistades que tenían desde hace años, y también las relaciones que ambos estaban formando por separado con los hermanos Im. Era verdad que quien los quiera no debería alejarse por eso, pero realmente era un motivo más que válido para hacerlo. Fuera de todas las bromas que hacían en su grupo de amigos, no era fácil asimilar que terminaron volviéndose realidad, que Nicole y JungKook sí se besaban a escondidas y, al paso en el que iban, no faltaría mucho para que terminen en algo más íntimo. Sinceramente, lo que ellos hagan no tendría que importarle a los demás, pues no los afectaban, pero a su vez entendía a la perfección si todos querían alejarse de ellos.

⎯ No te atreverías.

Quizá ella no tenía tanto miedo de perder a JaeBeom, pues no le tenía un amor incondicional como para pensar que no podría respirar si él no estaba en su vida, sino que eso implicaban muchas más cosas. Finalmente podía ver a JungKook con una chica, en un sentido de relación formal, no quería arruinarle eso, aún si era él quien amenazaba en contar las cosas. Quería creer que su hermano estaba pasando nuevamente por uno de esos ataques posesivos que le daban casi siempre, y que con tal de que Nicole no lo abandone era capaz de dejarse mal parado hasta a él mismo, porque si decía que ella lo obligó o fue quien comenzó las cosas...quién sabe y JaeBeom podía ir a denunciarla por violación o algo así. No les convenía a ninguno, pero era entendible viéndolo desde la posesividad de JungKook, su cabeza tendía a llegar a tales extremos para no sentirse solo.

Tendría que volver al psicólogo.

⎯ ¿En serio piensas que no soy capaz?⎯ amenazó con una sonrisa casi espeluznante. Nicole suspiró mirando a su hermano, odiaba cuando sucedían cosas de este estilo, odiaba que JungKook tenga la necesidad de reclamar a sus cercanos como pertenencias suyas.

⎯ ¡Okey!⎯ exclamó harta. Haberse metido en ese jueguito con JungKook no había salido nada bien, aunque, ¿qué podía esperar de besarse con su hermano? ¿En serio pensó que algo bueno vendría a ellos?⎯ Joder, sí que eres capaz. ¿Por qué me fastidias con esto?

Tener a alguien posesivo en la vida no era algo bueno como los cuentos adolescentes pintaban, claro que no, Nicole combatía con eso desde que comenzó a relacionarse con las personas más o menos. JungKook había ido a terapia desde sus trece hasta los quince años justamente por sus temas de celos, ya no era solo con Nicole, también sucedía con sus amigos y padres. Detestaba que tengan más amigos, más personas a las que acudir, y llegaba a hacer cosas realmente malvadas como buscarse nuevos amigos él para herir a los suyos, tratar a otros adultos como padres para que los suyos se sientan culpables por no estar tan presentes en su vida, e inventarle cosas a Nicole sobre sus novios, como que los vió besándose con otras chicas, para que sus relaciones terminen y vuelva a sentir que le pertenecía. Según su psicólogo, se debía al apego que formó con su hermana desde bebés, ella le cumplía todos los caprichos y seguía sus órdenes al pie de la letra, por ende le formó una idea a JungKook de que podía manejar el mundo de todos a su antojo.

Y le servía.

Lastimaba a TaeHyung cuando llamaba mejor amigo a otro chico. Lastimaba a su mamá cuando decía que la niñera de su infancia fue más madre que ella. Lastimaba a su papá al decirle que no quería ser como él cuando tengan una familia. Lastimaba a Nicole cuando lloraba frente a ella para que se aleje de personas, todo con un fin manipulador. Y, realmente viéndolo desde esa perspectiva, JungKook parecía un hijo de puta, que en cierta parte llegaba a serlo con algunas acciones, pero todo se debía a una falla psicológica que lo acompañó desde el vientre de su madre. Se apegaba demasiado a las personas por el miedo a que ellos lo abandonen y quede solo en el mundo, a pesar de que todos le decían que jamás iban a dejarlo, él necesitaba hechos, y los mejores que podía tener era ver que las personas de su entorno no se relacionaban con otras. Él se permitía tener más amigos, novias, relacionarse con adultos, pero cuando los de su alrededor lo hacían, enfurecía. Nicole se sintió muy culpable por esto, y se sigue sintiendo de esa forma, porque en cierta parte era ella quien le dió a entender que podía manejar a las personas como le diera la gana, porque comenzó haciéndolo con su hermana.

Incorrect| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora