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final

Los hermanos se sentaron en sus lugares de la mesa, sintiéndose demasiado incómodos y con un nudo en la garganta lo suficientemente fuerte como para que les cueste respirar. Se suponía que iban a contarles más adelante, cuando tengan el suficiente dinero como para escaparse de casa y vivir cómodamente en un departamento sencillo en caso de que ellos los echen, y aún si ese no fuera su destino, sería incómodo vivir en la misma casa que ellos cuando sus padres sabían que no estarían juntos en la habitación solo para jugar a la guerra de almohadas. Sus padres se sentaron frente a ellos, en un silencio tan incómodo que le estaba llenando los ojos de lágrimas a Nicole, pero las intentaba ocultar mirando su regazo, pensando qué debían hacer ahora, ¿negar lo que hicieron? ¿Confesar todo? ¿Luchar hasta el final para tener su cuento de hadas?

Evidentemente sabían que ese momento llegaría tarde o temprano, pero pensaban que sería mucho más tarde, dentro de unos años si eran muy buenos escondiéndose, pero ahí ya tendrían por lo menos un plan establecido de vida para saber qué hacer sea cual sea la respuesta de sus padres. Pero ahora, que Nicole tenía ahorrado para unos seis o siete meses de alquiler en un departamento básico, sin siquiera muebles o pagar servicios como la luz, el gas o el agua, ¿a dónde irían a parar? Dudaban mucho de que sus padres manden a uno de ellos a la otra punta del mundo, primero porque no tenían el dinero suficiente para hacerlo, y segundo porque no podrían hacerlo con ninguno, Nicole ya estaba cursando una carrera en el país, y llevarla a otro lugar significaba tener que pagar sus estudios desde la distancia, muy pocos países tenían las universidades públicas y gratuitas para los extranjeros. Y JungKook tenía solo 19 años, no sabía ni hacerse un huevo duro, exiliarlo de su país era el equivalente a que dure un mes, dos como mucho, con vida en otro lado, si no moría de desnutrición era por haberse perdido en calles desconocidas.

O suicidio por estar lejos de Nicole.

Su padre suspiró viéndolos, tal vez tendría que pedirle disculpas a Haeri por tratarla de loca cuando se lo advirtió, pero obviamente no la buscaría para decirle eso, prefería mantenerla lejos. Quizá, muy en el fondo temía que eso ocurriera, y en sí podía ser el miedo de todos los padres, era una situación que no estaba en su control, no podrían manejarlo ni aunque quisieran, habían casos de incesto en 2 de cada 10 hermanos, no pensó que justo sus hijos entrarían en ese pequeño porcentaje. No sabía si se debía a que de pequeños ellos fueron padres algo ausentes, si fue por haber sido influenciados por cualquier cosa externa a ellos, las hormonas hicieron su trabajo y los hicieron arruinar las cosas, o simplemente el amor surgió entre ellos y debían aceptarlo, resignarse a que sus hijos sentían cosas más allá de lo fraternal, aún si estaba mal. Realmente no sabían expresar cómo se sentían, si estaban decepcionados, enojados, o resignados porque ya intuían que algo así podía pasar, eran muchos sentimientos confusos para los cuatro integrantes de la familia.

⎯ ¿Pensaban decírnoslo en algún momento? ⎯ fue su madre la que tomó valor para hablar primero, a pesar de que llevaban despiertos con su marido desde el momento en el que escucharon la puerta principal cerrándose, no sabían cómo iniciar la conversación.

Nicole rompió en llanto en ese mismo momento, escuchándose sus sollozos que intentaba retener pero no lo lograba. JungKook miró en la dirección opuesta a ella, también con las lágrimas bajando de manera silenciosa por sus mejillas, desde hace tres años que sentía cosas por su hermana, tres eternos años en los que se imaginó cómo sería la conversación con sus padres, y ahora que estaba sucediendo, no sabía cómo reaccionar, qué debía hacer o decir. Buscó la mano de Nicole por debajo de la mesa cuando la escuchó sollozar más fuerte, no podía decir ni una palabra porque el nudo en su garganta se lo impedía, sentía que quemaba, que la estaba ahogando. Entrelazó sus dedos con los de JungKook, llorando todavía más fuerte por esa pequeña acción, era como un "estaré contigo a pesar de todo", y eso no sabía si era bueno o malo, ¿qué destino decidirían sus padres para ellos?