treinta y dos

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Acabaron durmiendo más temprano de lo usual ese día, JungKook descansando demasiado bien por tener un placentero sueño donde ellos eran pareja, en el cual Nicole confesaba sus sentimientos y él la aceptaba. Por esa misma razón de que se había dormido antes de las doce de la noche, como usualmente no hacía pues no importaba que al día siguiente se tuviera que levantar temprano para ir a la escuela ya que dormía siesta al llegar, ese domingo se había despertado temprano. Miró la hora, la cual marcaba las ocho de la mañana, demasiado temprano para ser un fin de semana, ni siquiera su madre, que utilizaba ese día para limpiar a profundidad toda la casa, estaba levantada, por lo que JungKook dejó de lado el teléfono para continuar abrazando a Nicole, quien le daba la espalda, pegándose por completo al pecho del menor.

JungKook restregó su nariz en la nuca expuesta de ella, desde que habían comenzado a dormir juntos Nicole se hacía trenzas en su largo cabello para que no molestase, y su hermano aprovechaba para depositar besos allí o simplemente olfatear como si fuera un perro. Buscó con la mirada a Draco, encontrándolo sobre una pila de ropa doblada en la silla, solo que ahora se había hecho un pequeño nido, hasta él dormía profundamente hecho un bollito, con la cola cubriendo sus ojos. Jeon respiró profundo, tenía un placer inusual por ser el primero despierto en la casa, escuchar el cantar de los pájaros afuera o el soplido del viento en invierno, que no haya más ruido que el de su respiración pausada, y simplemente calma y paz en toda la casa. Odiaba levantarse temprano, salir de su cómoda cama para hacer sus actividades, pero le gustaba despertarse a las primeras horas de la mañana y luego volver a dormir, manteniendo la tranquilidad en su hogar.

Un pequeño placer oculto.

Aún así, no podía estar en plena calma cuando sentía el cuerpo de Nicole pegado al de él, de pies a cabeza, hasta sus piernas se encontraban entrelazadas. Sus persianas estaban bajas, por lo que no entraba ni una gota de luz, haciendo parecer que todavía era de noche, y eso le daba un aspecto más íntimo. Nunca fue de los que se despertaban con una prominente erección debajo de sus pantalones, lo normal, hasta ahora no entendía la explicación biológica de porqué sucedía eso, pero teniendo el trasero de ella pegado a aquella zona tan prohibida hacía que se ponga duro. Tomó otra respiración profunda, era de los que preferían el sexo por la mañana en vez de por la noche, aunque realmente daba igual, desde su adolescencia soñaba con tener un mañanero, lo cumplió con su primera novia, pero... no había sido lo mismo porque no durmieron juntos, ella ya lo esperaba despierta. Su nariz, que continuaba en la parte trasera del cuello de Nicole, fue reemplazada por sus labios, dejando pequeños besos que no ocasionaban nada en ella por su sueño tan profundo. Aún así, no se detuvo y comenzó también con pequeños chupones que se podían esconder por su cabello.

Su mano, la que durante toda la noche se encontró en la cintura de Nicole, se aventuró debajo de su camiseta, acariciando el vientre plano con pequeños relieves, tanto por los músculos como por los pequeños rollitos de su piel, también sintió el piercing en su ombligo, y cuando subió un poco más, la tela de su brasier. No iba a tocarla en esas zonas sin que ella se encuentre despierta, mientras tanto se sentía con la libertad de jugar con su cuello, abdomen bajo, piernas, y oído. Fueron cuestión de minutos para que Nicole empiece a despertar, a medias, haciendo un sonido de satisfacción con su garganta al sentir todos aquellos toques, y llevando el trasero más hacia atrás, chocando por completo con la erección de JungKook que quería salirse de sus pantalones de pijama. Él subió sus besos, desde la parte de la nuca hasta su oído, besando por última vez allí antes de hablar con su voz ronca.

⎯ Buenos días.

⎯ Mmh, buenos días.⎯ respondió despertando, llevando su mano hacia atrás para encontrar los despeinados cabellos de JungKook y acariciarlos.

Nicole era muy sensible ante los estímulos físicos, de por sí ese podía decirse que era su lenguaje del amor; los besos, abrazos, caricias, eran maneras de decirle a ella lo mucho que la amaban, y también de demostrarlo a los demás. Y ahora, que recién despertaba, sentir los besos de JungKook por todo su cuello la estaba haciendo suspirar sin siquiera abrir sus ojos por primera vez en esa mañana. Acarició la nuca de él con sus largas uñas, ganándose un jadeo por su parte, sintiendo como la mano del menor bajaba por el costado de su pierna para después volver a subir por la parte delantera, rozando sutilmente su zona íntima cubierta, y sin despegar su polla erecta del trasero de ella. A Nicole se le escapó un gemido cuando él movió sus caderas, como si buscara enterrarse en ella, lo que la hizo sentirse avergonzada y detener sus caricias. Abrió los ojos, sintiendo la dificultad por las lagañas en los mismos, así que con sus uñas las quitó. No intentó apartarse de JungKook, su cuerpo comenzaba a sentirse caliente, pero aún le parecía...difícil de asimilar lo que estaban haciendo.

Incorrect| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora