PRIMERA ETAPA

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MARATON 3/?

-Y...Había aviones, no, aves gigantes que parecían aviones, algunas echaban fuego y yo tenía poderes-dije entusiasmada tratando de explicar todas nuestras aventuras.

El ambiente era alegre. Estábamos en nuestra habitación, estábamos sentados en grupos: Edmund en la cama de Peter mientras que Susan y yo en la de Lucy.

Era de noche, así que estábamos en pijama. El profesor Kirke nos escuchaba atentamente, alegre, en un sillón donde podía vernos a todos.

-Si, fue espectacular-habló Peter con nostalgia.

-Esperen, esperen.-Nos detuvo el profesor antes que siguiramos contando las historias.-La parte que no he entendido es ¿Por qué tu no eres reina?-me preguntó el profesor. 

-Si, no lo soy.-dije un poco triste. Todos nos pusimos de reptente un poco serios.

-Aslan siempre cumple sus promesas.-Lucy me sonaba el hombro como si ella fuese la mayor.

Luego él nos contó de su propia aventura en Narnia. Nos explicó todo, el origen de la bruja, algo sobre unos los anillos, estuvimos fascinados.

-Quién diría que recibiría a los legítimos reyes de Narnia a mi humilde hogar.-concluyó.

Cuando todos se fueron a dormir me dirigí al armario. No quería entrar el día de hoy, no sola. Pero tenía curiosidad si tendríamos una oportunidad para hacerlo algún día.

En parte quiero esa vida de nuevo, todo es tan bueno y mágico. De seguro había problemas pero este mundo es aterrador.

Queria abrir la puerta con mi magia pero no funcionò, tal vez  porque estoy muy adormilada.

Al parecer Lucy me siguió. Fue ella quien abrió la puerta pero ya no se sentia el calor de la primavera, ni el frio de la primera vez.  Era como si ese lugar ya no existiera.

–Intenta con tu magia–me animó Lucy.

Algo que no había mencionado hasta el momento es que tengo el poder de teletransportarme por todo Narnia, no lo uso mucho puesto que me gusta caminar. Pero no funciono.

Un ambiente de tristeza se puso en el lugar. Estaba oscuro y me quedé mirando al armario. Quería abrazar a alguien y llorar.

-Por ese lugar ya no volverán-dijo amablemente el profesor Kirke.

-¿Por qué?

-Ya lo he intentado-nos ofreció su mano y nos invitó a tomar una taza de té en una gran sala. 

Al día siguiente, con más calma, nos explicó a todos sobre ese portal a Narnia. No estaría disponible para nosotros, pero que volveremos cuando sea necesario, cuando menos lo esperemos. Que no estaría disponible para nosotros, que volveremos cuando menos lo esperamos.

Y sentí que todo podría estar bien mientras hubiera esperanza.

El secreto de Narnia: El león, la bruja y el ropero. [ C O M P L E T A ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora