El secreto de Narnia: El león, la bruja y el ropero. [ C O M P L E T A ]

ESCONDIDAS 2/2

Todo esto nos había tomado por sorpresa, nos encontramos en un extraño lugar dentro del armario y está nevando, ¿Por qué? ¿Acaso él profesor Kirke sabe algo sobre esto?

Observando el bello paisaje que se encontraba ante nosotras, los árboles escarchados, las pequeñas plantas que poco a poco eran ahogadas por la nieve y un faro, escuché a dos personas gritar: una de ellas era Lucy y la otra no era precisamente una persona.

Lucy, quién estaba escondida detrás del faro corrió a mi encuentro y el otro ser detrás de un árbol. Del susto que ambos habían provocado la criatura había soltado todas sus cosas dejándolas esparcidas por el suelo. Iba a levantar una de ellas pero él me interrumpió ordenandome amablemente que dejara sus cosas en paz.

-Solo queremos ayudar-dijo Lucy levantando otra cosa y él se acercó a nosotras un poco más confiado.

-Ustedes no son enanos- comentó temerosamente-les falta la barba y a ti ser mas pequeña-me miró.

-No somos enanos-le respondí algo confundida, ¿De qué estaba hablando?

-Además, yo soy la mas alta de mi clase-añadió Lucy orgullosa de sí misma al tiempo que se acercaba al fauno y le entregaba una caja y al ver que la recibía decidí hacer lo mismo con el resto de sus pertenencias.

-Perdone la pregunta pero ¿Qué es usted exactamente?

Sabía la respuesta, o mejor dicho, suponía que la sabía porque había leído e investigado en las bibliotecas acerca de estás criaturas, pero ni quería hacer conjeturas rápidamente, se supone que son mitos investidos hace muchos años. Pero en efecto, lo era y no podía creer que estaba hablando aquí, dentro de un armario que podía guardar nieve para si sólo durante plena primavera y ni más faltaba, hablando con un fauno.

-Señor, ¿Usted sabe en dónde estamos? Entramos en el armario de la habitacion pero...-preguntó Lucy y yo quería saber exactamente la misma respuesta.

-¿Bitacion?, no sabía que eso estaba en Narnia.

-¿Perdón, Narnia?-pregunté más confundida de lo que estaba en un principio.

-Si, desde este faro hasta las montañas, y todo lo que tenga nieve pertenece a Narnia-nos trató de explicar, pero hubiera querido saber cómo fué que llegamos hasta aquí y por qué nadie conocía de esto, sobretodo la señora Macardy y el profesor Kirke, quienes no nos dijeron nada al respecto.

Notaba que el Fauno empezaba a mirarnos curioso y ante esas incómodas situaciones sólo podía quedarme quería esperando una afirmación o alguna clase de pregunta y por su puesto la hizo luego de un corto tiempo: -¿Ustedes son hijas de Eva?-lo dijo con tanta curiosidad, sinceridad y un toque de esperanza que parecía no ser algún tipo de broma sino una pregunta seria.

-¿Qué significa eso?

-Mi mamá se llama Helen.

Respondimos al mismo tiempo.

-Me refiero a que si son humanas.

-¡Por supuesto que somos humanas!-respondí con entusiasmo-debiste empezar a preguntándonos eso en vez de compararnos con enanos.-Bromée, era inevitable hacerlo. -Y gracias por preguntar pero creo que es hora irnos-dije preocupada por lo que deberían estar pensando el resto de hermanos Pevensie sobre nosotras.

-¡No! Porfavor,pasen a mi casa. Es muy rudo dejarlas ir sin una invitación.

-Lo siento, pero...

-Bueno, solo, si hay sardinas-sonrió Lucy, ¿Desde cuándo a las personas normales les gusta las sardinas? Y aún peor, ¿Desde cuándo es ella quien toma las desiciones aquí?

Empezó a nevar un poco y al haber aceptado esa invitación (pensando que es mala idea), el fauno nos compartió su sombrilla mientras que nosotras le ayudamos a cargar sus cosas.

-Disculpa la pregunta pero ¿Cómo te llamas?-pregunté camino a su casa, no quería llegar a ella sin conocer al menos su nombre.

-Soy Tumnus.

-Bueno, entonces le damos las gracias a usted, señor Tumnus, por invitarnos a su casa-dijo Lucy con alegría. Él le sonrió de vuelta con calidez. -Soy Lucy y ella es ________, mucho gusto.

-Mucho gusto-respondió sonriente.

Que juego tan original éste de las escondidas.