Wear Me Like A Locket Around Your Throat (traducción)

Capítulo 1 : Harry es un desastre para mimetizarse

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Tom Riddle apenas había dado su primer bocado de venado asado cuando fue interrumpido.

—Eh, ¿Tom? ¿El señor Riddle, señor?

Olive Hornby, una alumna de tercer año de Ravenclaw, rondaba ansiosamente a su lado. Era una chica insulsa y tonta de rasgos sencillos, pelo rizado y la insoportable costumbre de reírse después de cada frase.

—¿Sí, Hornby? —La sonrisa de Tom se deslizó por sus rasgos como hielo, congelando los músculos en una calma encantadora.

Hornby se rió entre dientes. Sonaba potencialmente contagioso. —El profesor Dumbledore preguntó si podía verte en su oficina. Dijo que era urgente.

“¿Especificó por qué?”

—No. Lo siento, Tom. ¿Puedo preguntarte si quieres? —Se balanceó sobre sus talones, ansiosa por complacerte.

—Está bien, Hornby. Estoy seguro de que lo descubriré muy pronto —le aseguró Tom, que no quería prolongar la interacción.

—Oh, por supuesto. —Hornby vaciló y se hundió en una especie de reverencia espasmódica.

Atticus Avery resopló desagradablemente.

Hornby abrió la boca como si quisiera decir algo más, pero se puso roja y la volvió a cerrar. Soltó un chillido estrangulado.

—Ya puedes irte, Hornby —dijo Tom.

Hornby asintió y se dio la vuelta para marcharse, arrastrándose de nuevo hacia la mesa de Ravenclaw. Su andar se volvía cada vez más seguro a medida que se alejaba hasta que, finalmente, fue recibida con entusiasmo: la líder entre su grupo de aduladores de Ravenclaw.

—Sangre sucia —murmuró Montgomery Lestrange, pasándose los dientes por la lengua para quitarse un mal sabor.

—Su madre es en realidad una importante Inefable —dijo Cassius Rosier suavemente, sin apartar la mirada de la página que tenía delante.

Bueno, Tom supuso que había de todo. "Estoy seguro de que está muy orgullosa", dijo diplomáticamente.

—Creo que mi padre ya había trabajado con Hornby el Inefable en algo antes —dijo Orión Negro, limpiándose la boca con una servilleta—. El Velo de la Muerte, creo.

“¿De la muerte?”, preguntó Tom.

“Me pregunto qué hace”, se rió Rupert Dolohov.

—¿Continuar? —insistió Tom, que había captado su atención. No se inclinó hacia delante en su asiento (estaba sujeto), pero podría haberlo hecho si hubiera sido cualquier otra persona.

—Oh, sí —dijo Orión, vacilante—. No creo que sepan mucho sobre eso todavía, pero aparentemente puedes escuchar a tus seres queridos susurrando si te acercas demasiado. Solo si están muertos, por supuesto, pero mi padre dijo que es casi como si estuvieran de pie junto a tu hombro.