Memorias compartidas

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Nunca uno fue del otro,
aunque así lo quisimos,
en secretos devolvimos sueños,
vagas ilusiones de un futuro incierto,
con más alegrías que tristes recuerdos.

En la noche vaga,
aún veo tu reflejo,
oculto en mi almohada,
mis palabras, tus escritos.
Por si algún día regresas
y yo no soy la misma,
tendré en mis manos una prueba
de que fui yo entonces.

Y si he cambiado,
confío en que recuerdes
aquellas horas del pasado
donde surgieron
deseos triviales,
descubrimientos,
risas atemporales.

Tengo los hitos importantes,
aquellos que de mi vida
no han vuelto a ser iguales,
escondidos en algún regocijo,
en el fondo contiguo
de un corazón palpitante,
que aprendió a volver a amar,
pero nunca a olvidarte.

Jamás fuimos, ni seremos.
Así lo quisimos,
nos quedamos en ideas,
anhelos que corroen mi vida hoy.
Solo me queda esta memoria,
que el tiempo devuelve, cada tanto,
de vez en cuando, a tus brazos.

Sueños RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora