La herida del silencio es profunda y oscura,
cada palabra no dicha se convierte en carga,
y aunque busco romper la calma en mi pecho,
el silencio me envuelve, como un abrigo helado.
Cada conversación perdida es un vacío,
cada instante en que no hablé es un eco,
y mientras busco la valentía para hablar,
el silencio me atrapa, como una sombra persistente.
Las horas pasan, y las palabras se ahogan,
cada una es un lamento que se pierde en el aire,
y aunque deseo expresar lo que siento,
el silencio me recuerda lo que no pude decir.
Así, vivo con la herida del silencio,
cargando el peso de cada palabra atrapada,
pues aunque duela recordar lo que se quedó sin decir,
también hay fuerza en la vulnerabilidad que me define.
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Sueños Rotos
PoesíaCada noche de tristeza las expresé en palabras, cada una de esas palabras las convertí en versos, y esos mismos conformaron poemas. Y es así que, aquí estoy dando a conocer al mundo, mi propia realidad a través de poesía. Aquellas noches en las que...
