Jardín marchito

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Hay un jardín que lleva el peso del olvido,
cada flor que se marchita es un sueño perdido,
y aunque intento regar sus raíces con esperanza,
la tristeza se asienta, como un ladrón silencioso.

Los colores se han desvanecido en el aire,
cada pétalo caído es un suspiro ahogado,
y mientras busco revivir la vida en su esencia,
el jardín marchito me recuerda lo que fue.

Las hojas susurran secretos de lo vivido,
cada una lleva consigo una historia,
y aunque intento devolverle la luz que tuvo,
la tristeza se aferra, como un viejo conocido.

Así, me quedo en el jardín de mis recuerdos,
cultivando lo que queda con amor y ternura,
pues aunque la tristeza sea parte de su belleza,
también hay fuerza en lo que aún puede florecer.

Sueños RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora