Sueños Rotos

Cenizas de un sueño

Había una vez un sueño,
tan brillante, tan vivo,
que parecía desafiar al tiempo,
un sueño que se creía eterno.

Lo cuidé como a un tesoro,
lo guardé en el rincón más profundo,
como un fuego que nunca se apaga,
como una esperanza vestida de luz.

Pero un día, sin aviso ni razón,
el sueño se desvaneció,
se convirtió en polvo,
en cenizas que el viento se llevó.

Ahora solo quedan restos,
fragmentos de lo que fue,
un puñado de recuerdos fríos
y la sombra de una ilusión perdida.

Miro esas cenizas en mis manos,
intento encontrar en ellas algún rastro
de la llama que un día me calentó,
pero solo siento el vacío de lo que ya no existe.

Es extraño cómo duele lo que ya no está,
cómo pesa el recuerdo de una luz perdida,
como si las cenizas pudieran arder aún,
como si el sueño pudiera renacer de sus restos.

Pero sé que es en vano,que lo perdido no regresa,
y me quedo sola con estas cenizas,
guardando en silencio el recuerdo
de un sueño que el tiempo apagó.