Casualidad (Kookmin)

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Jungkook debería estar enojado. Pero él sonríe, mirando al rubio mientras se va. Este Park Jimin es algo interesante. 

"En realidad es una persona muy amable y sorprendente", balbucea la chica, entregándole una taza caliente al chico.  Un profesional en su campo. Su entrega es simplemente hermosa. Hablaré con él, tal vez llegaste en el momento equivocado. Tenemos una transmisión importante hoy. Muy importante... 

- ¿Puedo mirar? — Jeon toma un sorbo de la bebida hirviendo, sonriéndole a la chica. ¿Puedo mirar? - vuelve a preguntar, sonrojándose nuevamente, cayendo bajo el encanto del joven alfa. 

- ¿Mirar cómo va la grabación del programa?, dice la chica. 

- Bueno, ya que estoy aquí, el moreno se encoge de hombros. 

La chica claramente duda, pero Kook continúa sonriendo ampliamente y finalmente cede, pidiéndole que sea lo más discreto y silencioso posible en el estudio de grabación. Él asiente obedientemente y termina su café a grandes sorbos, mirándola con ojos sonrientes. La asistente se está derritiendo. 

"Mei Li", dice, sonrojándose aún más, y toma la taza casi vacía del alfa. 

- ¡Muy bien, Mei Li!. Soy Jeon Jungkook. 

- Sígueme, Jeon Jungkook. 

La chica lo lleva al pabellón donde se preparan para el rodaje.

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Jungkook observa atentamente al rubio, quien transmite en vivo con tanta confianza. Park Jimin es el anfitrión. Vaya, Kook pensaba que era guionista, director o incluso productor. Ni siquiera conoce este programa. Le pregunta a alguien en la fila donde lo puso su asistente, en un susurro, antes de desaparecer entre la multitud del personal, cuál es el objetivo del programa. Lo miran como si fuera un idiota. 

Parece que la mujer sentada a su derecha se santiguó. Jungkook contiene la risa y, sin interés en el programa, pero con interés en Park, mira lo que sucede frente a él. Jeon no está interesado en este tipo de programas de televisión. Prefiere transmisiones, videos de YouTube o edición de videos y programas de viajes. Esperaba poder practicar en un programa de televisión de ese tipo, o al menos en un programa sobre deportes. Pero el programa conducido por Park no es su formato en absoluto. Estamos hablando de una especie de libro. Y Jungkook, a quien, para ser honesto, no le gusta leer, parecía haber escuchado este nombre de moda de labios de su novio. 

Corrió con este libro como un tonto con un mortero, alabando la trama con admiración. Pero Jeon no recuerda de qué se trata este trabajo. Escucha la entrevista, que Jimin lleva a cabo de manera relajada y divertida, tratando de entender en qué momento bostezará. Probablemente sea bueno que no lo aceptaran para una pasantía con este omega, aunque algo pegadizo pero grosero. El programa no es de su agrado, ser presentador en prácticas no le atrae en absoluto, aunque el canal ciertamente es asombroso. 

Quizás si Park lo aceptara para una pasantía, podría establecer conexiones con otras personas aquí y conseguir un trabajo aquí, en aquellos programas que le resultan mucho más atractivos. Algo en los gestos y la voz del rubio le parece familiar. Quizás vio su programa una vez, pero no lo recordaba. Jungkook nota la facilidad con la que Park mantiene una conversación con el autor del libro. El proceso transcurre con tanta naturalidad que parece que Jimin está simplemente sentado en un café con un interlocutor interesante, que inesperadamente resulta ser el autor de un bestseller sensacional, y todo el auditorio es testigo involuntario de este cálido encuentro. 

El rubio cambia hábilmente de tema, nota detalles, se ríe sinceramente, empatiza en ciertas partes de la historia, expresa con valentía su opinión, aunque sea lo contrario de lo que dice el invitado al aire. Y es tan informal que resulta fascinante. Qué sorprendido se queda Kook cuando termina el programa, y ​​todavía no bosteza, no se queda dormido e incluso se ríe varias veces de los chistes particularmente exitosos del presentador.