Casualidad (Kookmin)

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Jeon, se sube primero a la motocicleta, le ofrece la mano al omega, sosteniéndolo y acelera suavemente, llevándolos hacia la casa. 

- ¿Podemos hablar? - Jeon se sienta en el sofá que ya le resulta demasiado familiar. 

- ¿Acerca de? - Park bebe con avidez agua de un vaso. Llegaron, entraron silenciosamente al apartamento, y ahora Jimin está terriblemente nervioso, a pesar del sexo alucinante de hace media hora. Quiere darse una ducha y cambiarse de ropa, pero deja caer su delicioso trasero en la silla frente al alfa, moviéndose nerviosamente. 

- Acerca de nosotros, Jimin-i, Jungkook frunce el ceño. Park traga con fuerza. 

- Pregunta, declara el estudiante, lo que sorprende aún más al rubio. Jimin se toma un par de minutos antes de comenzar. 

- Taehyung... tú y él..., comienza Park, mirando hacia el suelo. 

- Mi relación con él ha terminado, responde Kook con calma y confianza. 

- Pero..., Jimin mira al alfa. 

- Me llamó ese día para decirme que había recibido un encargo de publicidad. Y para no prestar atención a lo que se escribe en las redes sociales, Jeon lo mira a los ojos. 

- ¿Orden? — pregunta el rubio incomprensiblemente. 

- Taehyung siempre soñó con convertirse en modelo. Una agencia se puso en contacto con él el otro día. Le ofrecieron participar en publicidad. Estuvo de acuerdo, explica Kook. 

- Pero hay un anuncio de un salón de novias..., Jimin se da cuenta tarde de lo que dijo exactamente, inmediatamente tapándose la boca con la mano.

- ¿Qué? Dónde?...- Jeon frunce el ceño. 

- Miré su perfil, se sonroja Park, observando ansiosamente la reacción del chico. 

- Así que eso fue, el estudiante se recuesta en el sofá. 

- ¿Qué debería haber pensado? — Park cruza los brazos sobre el pecho y al instante adopta una defensa agresiva. 

- ¿Qué tal si hablas conmigo? Solo sigue adelante y pregúntame Jimin, responde Jeon. 

- Todo pasó demasiado rápido. 

- Sí, no lo niego. Pero ni siquiera me diste una oportunidad. ¿De verdad crees que si me fuera a casar, me permitiría... 

- Disculpa... 

- Señor Dios, ¿comprendes siquiera cuánto me asustaste? Me hizo enojar, enfurecer, pero lo más importante, asustar. Jungkook levanta la voz, el omega se queda mirando fijamente, mirando los patrones en el piso de parquet. Él sabe que hizo mal. "Ven aquí", el alfa extiende sus manos hacia él, haciéndole señas y suavizando su tono. 

- Lo único en lo que podía pensar era en que me engañaste, dice Park en voz baja, sintiendo que su corazón se suelta del que antes le apretaba cuando Jeon, en lugar de gritar, lo llama. 

- ¿Pero por qué debería hacer esto? Nunca te he engañado, recuerda insistentemente Kook, poniendo de rodillas al rubio, que duda frente a él. 

- Jin ya me ha explicado que el problema no es contigo, sino conmigo. No fuiste tú quien traicionó mi confianza, pero no restauré lo que otras personas previamente traicionaron, transfiriendo la responsabilidad de todos los casos anteriores a ti, el rubio apoya la cabeza en un hombro fuerte. 

- No me atrevería a hacerte eso. Sí, lo pensé durante mucho tiempo, lo admito. Pero quería tomar una decisión informada, Jeon lo acerca y le acaricia la espalda, como para calmarlo.